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La gestora de inversión inmobiliaria Lagoom Living acaba de desembarcar en Sevilla con el que es, hasta ahora, su mayor proyecto de vivienda protegida de alquiler asequible en Andalucía, tal y como avanzó este diario. Un paso que supone la primera pica dentro de su estrategia de expansión por la región más allá de la ciudad de Málaga, donde se concentraba la totalidad de sus desarrollos. Desde su implantación en la capital costasoleña en 2022, la promotora ha realizado una inversión significativa en la ampliación del parque residencial de esta modalidad de arrendamientos a precios limitados. Javier Braza, CEO de la firma, explica en esta entrevista los proyectos en ejecución, todos bajo colaboración público-privada, y avanza los planes de crecimiento de cara el futuro.
–¿Cómo y cuándo nace Lagoom Living?
–Somos una gestora de inversión inmobiliaria especializada en construir y promover vivienda protegida destinada a alquiler asequible. Con respaldo de capital de origen sueco, hace tres años y medio aunamos conocimiento, esfuerzo e inversión para implementar un modelo de negocio patrimonial en el que pudiéramos atender la demanda residencial por parte de una gran mayoría de personas, desde jóvenes hasta séniores, pasando por unidades familiares.
–¿Por qué decidieron arrancar en Málaga?
–Mapeamos absolutamente toda España, pero decidimos apostar por Málaga porque detectamos hace cuatro años que era uno de los mercados más estresados desde el punto de vista del alquiler. Entonces, adquirimos diversos suelos, licitamos diferentes concursos, tanto de enajenación por parte de la Junta de Andalucía como de superficie del Ayuntamiento, y en estos dos últimos años hemos puesto en construcción 883 unidades protegidas en la ciudad a precio limitado.
Nuestro modelo atiende la demanda residencial de una gran mayoría de personas”
–¿Qué proyectos tienen en la capital costasoleña?
–En concreto, en la zona de Lagunillas con calle Vitoria tenemos 109 unidades de régimen general, cuya demolición y construcción ha sido complicada, por ser una zona ruinosa en el casco urbano, además de que vamos a comenzar este mismo año otras 57 más en la calle Gigantes. También tenemos nuevos ámbitos de desarrollo en la zona de Cortijo Merino, con 137 pisos. Y otra actuación que vamos a entregar a mediados de 2026 son 530 viviendas dotadas de servicios comunes en el Distrito Universitario, con diferentes regímenes de alquiler y superficies que oscilan desde los 45 a los 70 metros cuadrados útiles.
–Ahora acaban de aterrizar en Sevilla capital con el que, hasta ahora, es su mayor proyecto en Andalucía. ¿A qué responde este movimiento?
–Una vez cumplidos los primeros hitos de Lagoom Living en Málaga, nuestro plan de negocio contempla básicamente expandir el modelo en Sevilla. De hecho, hemos formalizado el contrato de cesión de la concesión de la parcela R1, junto al Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes), para realizar 691 alojamientos protegidos, más 152 transitorios. La edificación va a comenzar en marzo del próximo año, mediante construcción industrializada en su mayor parte y con estándares tanto de calidad como de calificación energética muy superiores a lo que es la vivienda pública, con la previsión de entregarlas en 2028. Los precios de alquiler serán de 475 euros para el 85% de las viviendas del complejo residencial, que, además, dispondrá de todos los servicios necesarios para crear comunidad dentro del propio barrio.
–¿En qué se basa el modelo de negocio?
–En desarrollar estas promociones, ponerlas en explotación y obtener una rentabilidad ajustada, muy asimilable a lo que son las concesiones de autopistas, puentes, hospitales, etcétera. No es el modelo de los que se denominaron fondos buitre durante los años posteriores a la burbuja inmobiliaria. Eso ya no existe. El tipo de capital que ha venido a invertir a España exige unos retornos y unas salidas determinadas a mayor plazo. En nuestro caso, por ejemplo, de más de 50 años. Hemos tenido la capacidad, la filosofía y la estructura suficiente como para desarrollar la mayor cartera de vivienda protegida destinada a alquiler de toda Andalucía, con 1.221 unidades en ejecución actualmente. Hemos invertido ya más de 300 millones de euros en apenas tres años: 170 millones en Málaga y unos 143 millones que se van a destinar a Sevilla.
Dentro del plan de negocio estamos analizando Madrid y la Comunidad Valenciana"
–De cara al futuro, ¿qué objetivos de crecimiento tienen marcados?
–Para actuaciones de esta envergadura, seguiremos en Málaga, obviamente, y en Sevilla, donde licitaremos parte de los próximos concursos del Ayuntamiento de la capital. Dentro de nuestro plan de negocio, estamos analizando ya también Madrid y la Comunidad Valenciana, al tiempo que estudiamos con mucho cariño ciudades como Granada y Córdoba. La intención es crear un portafolio en los próximos dos años de unas 4.000 viviendas, todas protegidas, destinadas a alquiler asequible, de las que el 50% estarían ya en explotación en ese horizonte de 2028.
–¿De qué inversión estamos hablando para alcanzar esa cartera?
–En torno a 600 millones de euros.
–Las promociones de Lagoom Living se llevan a cabo bajo un modelo público-privado. ¿Cómo articulan esa colaboración?
–Hay un gran modelo único que hace de paraguas de esa colaboración y luego tenemos diferentes tipologías. En el caso del Distrito Universitario de Málaga conlleva un derecho de superficie a 75 años y un respaldo de 24,5 millones de euros de fondos Next Generation UE, mientras que la operación de Sevilla es una cesión de una concesión administrativa de 64 años con una ayuda de 24 millones del Gobierno y la Junta, también procedentes de recursos europeos. Igualmente, tenemos al Instituto de Crédito Oficial (ICO) como un financiador más en nuestra cartera, gracias a que el producto y los parámetros de sostenibilidad que ofrecemos cumplen estándares muy atractivos para esta fórmula de aportación estatal.
Modulamos para que la tasa de esfuerzo de los inquilinos no supere el 30% de sus rentas"
–La vivienda se ha alzado como la principal preocupación de los españoles debido a los precios desorbitados de compra y alquiler. ¿Qué cree que puede hacer?
–La colaboración público-privada funciona, pero tiene que ser eficaz y no debe ser un arma arrojadiza. Al final, hay que tener en cuenta que estamos hablando de personas. Una pareja joven, de unos 28 o 30 años, con sus primeros trabajos y sueldos de unos 1.200 euros cada uno, es obvio que no pueden pagar alquileres cuya tasa de esfuerzo sea de un 50% o 60% sobre sus rentas. Nosotros modulamos para que no supere el 30%. El tipo de precios que estamos ofreciendo, amparándonos en la normativa urbanística y en lo que marcan las distintas licitaciones, se sustenta en que son viviendas compactas, es decir, de dos o tres dormitorios con 45, 60 o 70 metros cuadrados útiles. Lo que pasa es que diseñamos muy bien, optimizamos muy bien los costes tanto de construcción como de los proyectos y trabajamos con los mejores. Somos excelentes gestores en la inversión y el desarrollo inmobiliario.
–¿Qué le parece la refundada empresa estatal Casa 47 para impulsar viviendas de alquiler asequible con activos procedentes de la Sareb?
–Un bonito nombre... Nada más.
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