Andalucía se juega su papel industrial apostando por la energía verde

Sevilla/Transformar el modelo productivo andaluz, impulsar nuevos motores económicos y avanzar en una industria verde y tecnológicamente avanzada. Esos son, según el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, los grandes retos de Andalucía para las próximas décadas. “Tradicionalmente hemos tenido al turismo y la agroindustria como pilares. Ahora estamos apostando por incorporar sectores como el tecnológico, el aeroespacial y los llamados temas verdes”, ha señalado en la mesa redonda “Visión andaluza, retos y estrategias”, celebrada en el marco del taller Diálogos Globales: Andalucía en el siglo XXI, impulsado por el Consejo Social de la Universidad Pablo de Olavide.

En el encuentro también han participado José Manuel González, presidente de CESUR; Nuria Martínez, secretaria de Política Institucional y Comunicación de CCOO Andalucía; y Germán del Real, director general de Ayesa. Ha moderado el debate David Fernández, director de Diario de Sevilla.

Paradela ha subrayado que las energías renovables son hoy la gran palanca de inversión en la comunidad. “La industria debe ir hacia las cero emisiones. Europa quiere reindustrializarse sobre la base de la tecnología y las energías limpias, y ahí Andalucía tiene una oportunidad única por sus condiciones geográficas”, ha comentado. Como ejemplo, ha destacado que un megavatio solar en Andalucía rinde el doble que en Alemania o Países Bajos.

Según los datos aportados por el consejero, la región ha atraído 16.300 millones de euros en nuevas inversiones industriales, de los que más de 9.000 millones se destinan a proyectos de industria verde o descarbonizada. En relación con los proyectos fotovoltaicos, Paradela ha explicado que la Junta está siendo más selectiva: “Se acumulan solicitudes, pero no todos salen adelante. Solo los más potentes están pasando el filtro”.

Empresas más grandes para una economía más fuerte

Desde el ámbito empresarial, el director general de Ayesa, Germán del Real, ha destacado que el reto de la internacionalización ya está superado, y que ahora el gran objetivo debe ser hacer crecer el tamaño de las empresas andaluzas. “Andalucía necesita que sus empresas crezcan. Solo así se puede innovar y atraer talento. En Ayesa lo vivimos hace tiempo”, ha apuntado. Del Real ha añadido que es imprescindible fortalecer los ecosistemas productivos colaborativos, en los que administración, universidad y empresa trabajen alineadas.

En paralelo, ha reclamado una mejora urgente de las infraestructuras estratégicas. “El Puerto de Algeciras sigue sin conexión ferroviaria, no hay tren en la Costa del Sol y hay déficits hídricos que lastran el desarrollo industrial”, ha advertido.

Desde esa misma perspectiva, el presidente de CESUR, José Manuel González, ha insistido en que crear empresas más grandes es una cuestión central para el futuro económico de la región. “Pagan mejor, son más estables, innovan más y retienen talento. Hay que apostar por el crecimiento”, ha afirmado. González ha puesto el foco en la necesidad de construir un ecosistema que favorezca la consolidación empresarial, citando como referencia el fondo de arraigo del País Vasco, que permite mantener los proyectos en el territorio. “Lo que hay que hacer es mantener y elaborar las buenas ideas desde aquí”, ha subrayado.

Preguntado por si el crecimiento de Ayesa -que ha triplicado su tamaño- afectará a su vínculo con la región, Del Real ha sido claro: “Queremos seguir aquí. Por el talento, por el ecosistema tecnológico que empieza a florecer, por las infraestructuras impulsadas por la Junta y por una colaboración público-privada cada vez más eficaz”. Como muestra, ha señalado la apertura de una nueva sede en Jaén, orientada a la captación de profesionales cualificados. “Nuestro objetivo es ser competitivos, atraer talento, ofrecer mejores salarios y ganar tamaño y resiliencia sin dejar Andalucía”, ha concluido.

Hacia un modelo más justo y resiliente

Por su parte, la secretaria de Política Institucional y Comunicación de CCOO Andalucía, Nuria Martínez, ha reivindicado que la construcción de un ecosistema productivo sólido debe ir de la mano de un nuevo modelo empresarial que cuide el empleo. A su juicio, aunque la reforma laboral ha reducido la temporalidad y mejorado los sueldos, “la inflación se ha comido esos avances y sigue faltando calidad en el empleo”. Ha reclamado el cumplimiento real de los planes de igualdad y más recursos para fortalecer la representación sindical.

Martínez ha hecho además un llamamiento urgente para actuar ante la siniestralidad laboral, recordando que en Sevilla ya se han producido 21 muertes en el trabajo en lo que va de 2025, igualando el total del año anterior. “Algunas empresas aún ven la seguridad laboral como un gasto secundario. Esto es inaceptable en una sociedad moderna”, ha denunciado.

Sobre el actual contexto geopolítico, González ha advertido que las pymes -que suponen el 98% del tejido empresarial andaluz- son especialmente vulnerables, por lo que es prioritario facilitar su crecimiento. “Cuanto más pequeña es una empresa, más complicado es adaptarse. Pero hay que luchar por anticiparse y por que dejen de ser pequeñas”, ha defendido.

Por otro lado, Del Real ha subrayado que la internacionalización ha sido clave para dotar de resiliencia a Ayesa. “Trabajamos en 40 países, lo que nos permite compensar los riesgos. Además, apostamos por diversificar nuestras fuentes de financiación y por mejorar la toma de decisiones con una buena gestión del dato”, ha señalado.

La energía verde, palanca industrial del futuro andaluz

Ante las inquietudes generadas por el rechazo de algunos proyectos de energías renovables en Andalucía, el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, ha defendido que la comunidad lidera la tramitación de iniciativas en este ámbito, pero bajo un modelo “exigente, riguroso y transparente”. “Dedicamos mucho tiempo a escuchar a los municipios. Tramitamos más proyectos que ninguna otra comunidad, pero siempre bajo criterios que aseguren una respuesta positiva para el territorio”, ha asegurado.

Paradela ha detallado que los procedimientos incluyen periodos de alegación, requisitos técnicos, avales económicos y estudios de impacto ambiental, y ha recordado que el 35% de las solicitudes fue rechazado el pasado año. Además, ha negado que exista una ocupación desproporcionada del suelo: los proyectos actuales representan solo el 0,4% de la superficie andaluza y el 0,7% del suelo cultivable.

Como ejemplo, ha citado el caso de Carmona, donde las instalaciones fotovoltaicas -que no superan el 5% del término municipal- han generado ingresos para proyectos sociales sin comprometer el paisaje. “Estas inversiones también forman y emplean a la población local, especialmente en tareas de construcción y mantenimiento. No les va a faltar trabajo”, ha destacado.

“El sol y el viento son el petróleo que nunca tuvimos”, ha sentenciado Paradela, reivindicando el papel de las renovables como motor de una nueva revolución industrial para Andalucía. Ha admitido que existen proyectos controvertidos, pero ha insistido en que la clave está en gestionarlos con responsabilidad y visión de futuro.

Preguntado por la débil red de transporte eléctrico que amenaza la viabilidad de algunos desarrollos, el consejero ha reconocido que Andalucía oriental es la zona peor dotada de la península, y que es un riesgo real que la Junta está abordando. En respuesta, el Gobierno andaluz ha presentado una propuesta de inversiones para el periodo 2025-2030 al Ministerio para la Transición Ecológica y a Red Eléctrica de España (REE), orientada a reforzar las infraestructuras clave para el despliegue de la energía limpia.

Este plan se articula en torno a cuatro ejes: aprovechar el potencial renovable de la región, atender la creciente electrificación (incluido el hidrógeno verde), reforzar las interconexiones con otras comunidades para evacuar energía y atraer proyectos industriales que generen empleo y vertebren el territorio.

El nuevo marco también da prioridad a garantizar el suministro para proyectos de almacenamiento energético, iniciativas de descarbonización y el desarrollo de la cadena de valor industrial, todo ello en línea con una transición energética justa y una mayor cohesión territorial, elementos que Paradela considera “claves para el futuro energético de Andalucía”.