La economía andaluza crece por encima de Europa pero arrastra desequilibrios estructurales
El Observatorio Económico de Andalucía aborda los retos del crecimiento diferencial, el turismo, las finanzas públicas y la persistencia de la pobreza en la región
El BCE mantiene los tipos de interés en el 2% porque la inflación está estable
 
            El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) ha dedicado su última sesión a analizar el panorama y las perspectivas de la economía regional, en un encuentro que ha reunido a destacados economistas para debatir sobre el comportamiento reciente de la actividad económica, las finanzas públicas, sectores estratégicos como la energía fotovoltaica, la industria aeronáutica y la minería, así como la preocupante situación de la pobreza en la comunidad autónoma.
En la sesión han intervenido los miembros del OEA Francisco Ferraro, Manuel Alejandro Hidalgo, Rogelio Velasco, Diego Martínez, Rafael Salgueiro, Ángel Arcos y Alfonso Rodríguez Sánchez de Alva.
La sesión ha ofrecido una radiografía completa de los desafíos que afronta la economía regional: un crecimiento diferencial que no se traduce en convergencia real, un modelo productivo que requiere transformación, finanzas públicas tensionadas, sectores estratégicos con potencial pero también con obstáculos regulatorios, y una pobreza estructural que persiste a pesar del crecimiento económico.
Los economistas coinciden en que sin reformas profundas y cambios en el modelo productivo, estos desequilibrios seguirán marcando el futuro económico de Andalucía.
Resiliencia económica con crecimientos diferenciados
Manuel Alejandro Hidalgo ha presentado un análisis de la evolución reciente de la economía andaluza, destacando su capacidad de resistencia ante las dificultades económicas de los últimos años.
Según Hidalgo, Andalucía ha mostrado resiliencia frente a shocks como la inflación de 2022 y la sequía que afectó especialmente a la región, manteniendo un crecimiento diferencial superior a la media europea.
El economista ha señalado que este crecimiento está impulsado fundamentalmente por la industria y el turismo, aunque la sequía provocó una menor convergencia con la economía española en 2023, el que considera "el peor año de convergencia" de la economía andaluza respecto a la media nacional.
Este diferencial negativo se debió principalmente a las particularidades sectoriales de la región, con un importante efecto composición derivado del peso de la agricultura.
En 2024 y 2025, la economía andaluza se ha centrado en un comportamiento muy similar, con la demanda interna como principal motor del crecimiento, especialmente el consumo privado, que crece a ritmos superiores al resto de España. La inversión, tras varios trimestres de dudas, parece haber repuntado, aunque de forma moderada.
Hidalgo ha mencionado también el efecto de los fondos Next Generation, que "se están ejecutando y están generando algo de impulso", aunque considera que su efecto es "marginal", representando apenas algunas décimas del crecimiento.
Previsiones de moderación y la "gran paradoja del turismo"
Francisco Ferraro ha complementado el análisis con previsiones a corto y medio plazo.
Para 2025, el Observatorio anticipa una mejora en el crecimiento, con previsiones que podrían acercarse al 3%, frente al 2,6% estimado inicialmente para 2024.
Sin embargo, Ferraro advierte de una moderación posterior debido a riesgos como la desaceleración de las exportaciones, que afectarán de forma desigual a los distintos sectores económicos.
El sector de la construcción muestra un buen comportamiento, aunque la "limitación del factor humano" -la dificultad para encontrar personal cualificado- se ha convertido en "la auténtica restricción" para los promotores inmobiliarios.
El turismo, por su parte, mantiene una tendencia a desacelerarse, aunque sin llegar a caer, mientras que el sector exterior empieza a deteriorarse, con una notable bajada de las exportaciones.
A largo plazo, Ferraro ha advertido sobre un crecimiento diferencial negativo de Andalucía respecto a Europa desde 2009, a pesar del repunte reciente.
El economista ha planteado lo que denomina "la gran paradoja del turismo": cuanto más turismo hay, peor evoluciona el PIB per cápita en las comunidades especializadas en este sector.
Según sus datos, comunidades como Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Andalucía han empeorado sus posiciones relativas en el ranking de PIB per cápita entre 2000 y 2024, precisamente las regiones que concentran el 80% del turismo español.
"Aunque hemos aumentado bastante el PIB, el PIB per cápita ha aumentado poco porque hemos aumentado la población", ha explicado Ferraro, añadiendo que el modelo productivo sigue especializado en actividades intensivas en empleo de baja cualificación.
El economista ha criticado además el deterioro de las infraestructuras y un marco institucional que "requiere muchísimas reformas" pero que resultan "inimaginables" de abordar con la actual polarización política.
Finanzas públicas: entre la condonación de deuda y el déficit cero
Diego Martínez ha analizado la situación de las finanzas públicas andaluzas, abordando tres dimensiones: la reforma del sistema de financiación autonómica, la condonación de la deuda y el proyecto de presupuesto para 2026.
Respecto a la financiación singular catalana, Martínez ha señalado que "la singularidad se ha diluido" considerablemente desde el acuerdo inicial de hace más de un año, que apostaba claramente por un modelo foral para Cataluña, hasta la versión "muy light" firmada este verano, que se limita a descentralizar el IRPF.
Esta dilución, en su opinión, puede derivar en "una reforma con un manguerazo de dinero generalizado" de unos 23.000 millones de euros.
Sobre la condonación de la deuda autonómica, el economista ha adoptado una posición matizada: "Hay que ponerse la pinza en la nariz y reconocer la realidad.
Es necesaria una condonación parcial", ha afirmado. Sin embargo, critica los criterios de reparto y la ausencia de condicionalidad fiscal del anteproyecto de ley orgánica.
Para la Junta de Andalucía, la situación es "muy delicada": desde el punto de vista financiero ganaría claramente, pasando de un 19% de deuda sobre PIB a menos del 10%, con un ahorro sustancial en los cerca de 4.000 millones de euros anuales que dedica a amortizaciones e intereses.
Sin embargo, desde el punto de vista político, aceptar esta condonación sin una reforma de la financiación le haría "perder legitimidad".
En cuanto al presupuesto para 2026, Martínez ha relativizado las "cifras récord" anunciadas, que una vez descontado el gasto financiero y los gastos de intermediación que vienen del Estado y la UE, se reducen de 51.000 millones a "40 y tantos mil".
El proyecto presume de alcanzar el déficit cero, aunque con "un poquito de maquillaje": un déficit presupuestario real de 2.000 millones que se compensa con un remanente de 700 millones y ajustes contables de fondos europeos por otros 1.200 millones.
El gasto estará presionado al alza por dos factores: el año electoral y la sanidad, que "le ha explotado desde el punto de vista político" al Gobierno autonómico.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal anticipa que Andalucía incumplirá la regla de gasto, "la única regla fiscal vigente" tras seis años sin objetivos de déficit validados.
La fotovoltaica: potencial energético con retos de rentabilidad
Ángel Arcos ha expuesto el auge de la energía fotovoltaica en Andalucía, que representa ya el 25% de la potencia instalada en España, frente al 19% de hace pocos años.
La región está instalando actualmente unos 2.000 megavatios anuales, el 40% de las nuevas plantas que se ponen en marcha en todo el país.
Andalucía cuenta con ventajas competitivas claras: mayor radiación solar que permite producir un 10% más que la media española, con el punto de mayor radiación del país en Sanlúcar de Barrameda.
Sin embargo, también afronta desventajas: el precio de la tierra es un 70% más caro (17.000 euros por hectárea frente a 10.000 de media nacional).
El impacto económico es notable. En construcción, cada megavatio genera entre 10 y 25 empleos a tiempo completo, con una media de 18 trabajadores. En explotación, se necesita medio trabajador al año por megavatio.
Arcos ha comparado estas cifras con el empleo agrario: "Estamos hablando de ciento y pico jornales al año, es decir, de 10 veces más de generación de empleo, y empleo de calidad, empleo industrial o de servicios de alta calidad".
Con los 10.000 megavatios actuales, el sector fotovoltaico genera unos 41.000 empleos al año, además de una inversión total cercana a los 6.000 millones de euros.
La fotovoltaica también reduce los precios del mercado eléctrico diario -cada 25 megavatios instalados rebajan el precio un céntimo- y las emisiones de CO₂. La ocupación territorial es relativamente baja: unas 10.000 hectáreas, apenas el 1 por 1.000 de la superficie de Andalucía.
Sin embargo, Arcos ha advertido sobre un riesgo creciente: este año se esperan más de 1.300 horas a precio cero o negativo en el mercado eléctrico, "uno de cada tres días ha dado algún precio cero".
Esta situación "puede llevar a la ruina, a la quiebra, a estas empresas" si no desarrollan mecanismos de almacenamiento o ajustes tecnológicos.
El Plan Nacional de Energía y Clima marca el objetivo de alcanzar 75.000 megavatios en 2030, lo que obligaría a instalar 8.000 megavatios anuales frente a los 5.000 actuales.
Arcos ha concluido señalando que Andalucía debería potenciar la fabricación y el ensamblaje de componentes para capturar más valor añadido, y "concienciar a la ciudadanía de los efectos beneficiosos, de las externalidades positivas" de esta energía.
Sector aeronáutico: crecimiento impulsado por los conflictos internacionales
Rogelio Velasco ha presentado la estructura del sector aeronáutico, de defensa y espacio en Andalucía, que facturó 16.000 millones de euros en 2024, un aumento del 20% que supera ya los niveles previos a la Covid-19.
Andalucía representa el 18% del sector en España, casi la quinta parte, con el 1,32% del PIB andaluz y el 14% del PIB industrial regional.
El sector, que emplea a 15.496 personas tras incorporar 1.000 nuevos trabajadores en 2024, está altamente cualificado: el 44% son ingenieros o científicos y el 40% tiene formación profesional.
Velasco ha destacado que se trata de un sector estratégico no solo por su peso económico sino por "la cantidad de nuevas tecnologías, productos y servicios" que genera, con "externalidades positivas" sobre otros sectores.
El economista ha advertido sobre el cambio en las políticas industriales: "Hemos estado en Europa viviendo en un entorno de libre cambio y desregulación durante unos 40 años", un modelo que "corre el riesgo de sufrir un daño tremendo" ante las políticas proteccionistas de China y Estados Unidos.
Este último ha creado fondos de 35.000 millones de dólares para semiconductores y descarbonización.
El crecimiento del sector aeronáutico andaluz estará impulsado por "la guerra de Gaza, la de Ucrania y las amenazas que Rusia ejerce sobre los países con los que colinda", además de "las presiones de Trump" sobre los países de la OTAN.
Velasco ha comentado cuatro operaciones societarias recientes que "retratan bien el estado actual del sector":
- Aertec ha vendido sus contratos militares con Airbus a la francesa Sea Group y su división de drones a Indra, lo que podría permitir crear "un polo industrial de vehículos no tripulados en Andalucía".
- Leonardo e Indra están en conversaciones para colaborar en concursos internacionales.
- Airtificial, del Puerto de Santa María, ha vendido contratos a SII Group Spain encontrándose en una situación financiera delicada.
- Sonaca, empresa belga líder en aeroestructuras, ha comprado el 51% de Aciturri, con fabricación en Burgos y Sevilla.
Minería: potencial frenado por las trabas ambientales
Rafael Salgueiro ha ofrecido una visión del sector minero andaluz, destacando que Andalucía representa el 35% del valor de la producción minera española y el 30% del empleo del sector.
La región es el segundo productor de cobre de la Unión Europea y el primer productor mundial de estroncio, además de contar con una "gran variedad de actividades mineras metálicas y no metálicas".
Salgueiro ha mostrado mapas con todos los permisos de investigación, exploración y explotación -"solicitados, caducados o en caducidad, en concurso"-, concentrados principalmente en la Franja Pirítica Ibérica y Sierra Morena.
El interés por la minería ha aumentado debido a la política europea de minerales críticos, con el objetivo de producir el 10% de las necesidades propias de la UE.
Actualmente hay cinco operaciones activas en minería metálica: Atalaya Mining en Riotinto, Saint Barbara en aguas teñidas, Huelva Minas de Alquife y Minas del Marquesado (ambas en Granada, reabierta en los 90 tras cerrar en 1996), y dos pequeñas empresas -Candelium Minerales (alemana) y Canteras Industriales (española)- que producen celestina en Granada para obtener estroncio.
Las operaciones de próxima apertura incluyen Los Frailes, con el 95% de participación del Grupo México, que producirá cobre; Cobre Las Cruces, con autorización ambiental pero a la espera de que su accionista Quantum resuelva problemas con el Gobierno de Panamá; y un proyecto en Fuente Obejuna (Córdoba) para producir estaño equivalente al 10% del consumo anual de la Unión Europea.
Sin embargo, Salgueiro ha destacado una realidad preocupante: "Poco accionariado español en el sector", con predominio de capital australiano, mexicano, alemán y de otros países.
Y ha concluido con una crítica: "Hay interés por jurisdicciones serias", en referencia a la solidez del marco legal español, "pero la restricción en Andalucía es el medio ambiente.
Todavía no han pasado del pensamiento de protección ambiental a toda costa a conciliación entre el medio ambiente y actividades económicas".
Pobreza: el problema estructural que persiste
Alfonso Rodríguez Sánchez de Alva ha abordado el tema más preocupante: la pobreza en Andalucía. Los datos presentados son contundentes: la tasa AROPE (riesgo de pobreza o exclusión social) alcanza casi el 38% de la población andaluza, frente al 25% de España y poco más del 20% de la Unión Europea.
"Casi el 38% de la población está incluido dentro de la tasa AROPE, está en situación de riesgo de pobreza o de exclusión. Me parece algo casi escandaloso", ha afirmado Rodríguez Sánchez de Alva.
Esta tasa mide el porcentaje de población que vive en pobreza o exclusión social considerando tres factores: riesgo de pobreza (ingresos inferiores al 60% de la renta nacional), carencia material o social severa, o baja intensidad en el empleo.
Los indicadores de pobreza severa (ingresos inferiores al 40% de la renta nacional) y pobreza infantil son igualmente alarmantes. El 40% de los niños y adolescentes andaluces viven en hogares pobres, la cifra más elevada de todas las presentadas. "La pobreza infantil es la más sangrante probablemente y la más escandalosa", ha señalado.
El economista ha destacado la estrecha relación entre pobreza y empleo precario: "El 70% de la población infantil, poco más, vive en hogares donde incluso hay un trabajador ocupado. Hay un empleo", lo que evidencia el problema de la pobreza laboral: personas que tienen empleo pero cuyos ingresos son insuficientes.
La pobreza tiene también una dimensión territorial. Tres barrios de Sevilla -La Candelaria, Los Pajaritos y Madre de Dios- son los tres más pobres de España.
"La gente vive con pobreza pero la gente come, la gente tiene un techo, la gente sobrevive porque hay muchas ayudas sociales", ha explicado Rodríguez Sánchez de Alva, mencionando el papel de Cáritas, parroquias y ONG.
Para resolver esta situación, el economista ha señalado que "quizás haya que cambiar el modelo productivo", pero sobre todo ha subrayado la necesidad de generar empleo: "Tiene que haber cada vez más empleo, tiene que haber más empleo de calidad, tiene que haber menos desempleo. Desempleo y pobreza tienen una relación directa: más desempleo, más paro, más pobreza; más riqueza, más producto interior bruto, menos pobreza".
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