El mercado de fincas rústicas en Andalucía modera su crecimiento tras el boom pospandemia
Las compraventas crecen un 11,8% hasta agosto, pero dan signos de desaceleración tras cinco años de fuerte escalada
Los precios ralentizan su subida pese al creciente interés de las renovables, que impulsan la demanda de suelo rústico
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El mercado de fincas rústicas en Andalucía, que fue una de las regiones más dinámicas del país tras la pandemia, empieza a mostrar signos de desaceleración después de varios años de fuerte expansión.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto se registraron 3.574 compraventas de fincas rústicas, lo que representa un 11,2% menos que en el mismo mes de 2024. El descenso respecto a julio se eleva por encima del 30%, si bien agosto suele ser el mes con menos operaciones del año.
Además, en el acumulado anual hasta agosto, se registraron 16.602 compraventas de fincas rústicas en la comunidad, lo que si bien supone un incremento del 11,8% interanual, también muestra una clara moderación respecto al ritmo de crecimiento observado entre 2021 y 2024.
A nivel nacional, hasta agosto se cerraron 110.861 compraventas de fincas rústicas, el 8,8% más que en 2024 y el dato más alto desde 2007, cuando arranca la serie histórica del INE. En el conjunto de aquel año, se registraron 192.122 compraventas de fincas rústicas, récord hasta la fecha, de las que 122.364 transacciones se cerraron entre enero y agosto, un 10% más que en la actualidad.
En dicho año, las compraventas en Andalucía de fincas rústicas superaron las 33.000, con un volumen hasta agosto de 23.418, que en su caso suponen un 40% más que las acumuladas en el presente ejercicio.
La cifra actual está más próxima, sin embargo, al mínimo registrado en 2010, ejercicio en el que, en plena resaca del estallido de la burbuja, apenas se firmaron 103.389 compraventas, 69.383 hasta agosto (37% menos que ahora).
La misma comparativa en Andalucía arroja un suelo de 15.731 compraventas en 2010, de las que 10.240 se registraron en los ocho primeros meses del año, un 38% menos que las acumuladas en el mismo periodo del presente ejercicio.
Las compraventas representan cuatro de cada diez transmisiones de fincas rústicas -la mayor parte corresponden a herencias-, que en Andalucía suman un total de 40.354 operaciones en lo que va de año, casi un tercio del total nacional (301.378).
Precios en ascenso
La consultora Gesvalt también apunta a un crecimiento moderado de la demanda de fincas rústicas, condicionada por la incertidumbre económica, los costes energéticos y los efectos del cambio climático.
En el caso de Andalucía, el interés inversor se concentra en terrenos de regadío y en cultivos como el olivar, el pistacho, la almendra, los cítricos o el aguacate, especialmente en las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva.
Aunque estos terrenos solo representan el 22% de la superficie agraria, concentran el 65% de la producción agrícola, lo que explica su mayor revalorización.
En su Informe sobre Fincas Rústicas 2024-2025, publicado a principios de año, Gesvalt reflejaba un aumento del precio medio de la tierra agraria en Andalucía del 1,63% en 2023, más de dos puntos por debajo del incremento nacional del 3,9% observado por el Ministerio de Agricultura. Las mayores subidas se encuentran en las fincas de regadío y en cultivos de alto valor añadido, como los frutos secos o los viñedos.
En línea con la evolución de las compraventas, también se aprecia una ralentización en la subida de precios tras la escalada experimentada en el periodo pospandemia. No en vano, según datos de la última 'Encuesta sobre Precios de la Tierra de Cultivo' del Ministerio de Agricultura, su valor se ha disparado cerca de un 17% entre 2020 y 2024, hasta alcanzar los 17.064 euros por hectárea al cierre del último ejercicio.
Terreno abonado para las renovables
Otro de los motores del mercado de las fincas rústicas es la inversión en energías renovables. En España, la superficie destinada a parques solares supera ya las 50.000 hectáreas, un aumento del 166% desde 2016. Andalucía, por su alta irradiación y disponibilidad de terreno, se consolida como una de las regiones más atractivas para proyectos fotovoltaicos y eólicos.
Grandes empresas y fondos de inversión están adquiriendo o alquilando fincas rústicas para desarrollar infraestructuras energéticas, lo que genera nuevas oportunidades de rentabilidad en el medio rural, aunque también tiene sus detractores por impacto paisajísico de las renovables.
Andalucía lidera las hipotecas rústicas
Por otra parte, Andalucía encabezó en agosto la firma de hipotecas sobre fincas rústicas, con 158 préstamos, más del doble que Extremadura (72) y Castilla-La Mancha (70). Sin embargo, la comunidad experimentó una caída interanual en este apartado del 15,5%, otra señal más de la ralentización del mercado tras varios ejercicios de escalada.
El capital prestado alcanzó los 31,2 millones de euros, el mayor volumen del país, pese a una reducción del 14,4% respecto al año anterior.
Aranceles y cambio climático
El futuro del sector rural andaluz depende en gran medida de la evolución de factores externos como la política comercial de EEUU, fundamentalmente por los aranceles impuestos al aceite de oliva y al vino. Pero la actividad agraria también sufre el impacto del cambio climático y de fenómenos extremos, sobre todo las sequías.
Pese a ello, el suelo rústico de la comunidad mantiene su atractivo tanto para inversores nacionales como extranjeros, enfocados en la búsqueda de activos de calidad como fincas vinícolas, olivareras o con potencial turístico.
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