Funcas eleva dos décimas la previsión de crecimiento del PIB en 2025, hasta el 2,6%
También estima que la economía nacional de incremente hasta el 2% en 2026, una décima más que su anterior previsión
El déficit público cae al 1,81% del PIB en el primer semestre y el del Estado baja al 2,35% hasta julio
La economía española mantiene su pulso de crecimiento por encima de las expectativas iniciales. El Panel de Funcas ha revisado al alza en dos décimas porcentuales su previsión de crecimiento para el ejercicio de 2025, elevándola hasta el 2,6%, después de que los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmaran que el Producto Interior Bruto (PIB) se expandió un 0,7% en el segundo trimestre, dos décimas por encima de lo que habían estimado los panelistas.
Esta revisión positiva se sustenta, además, en el mantenimiento de las previsiones de crecimiento intertrimestral en torno al 0,5% para el resto del ejercicio. De hecho, la revisión ha sido unánime hacia el optimismo: catorce panelistas han modificado su previsión al alza, mientras que ninguno lo ha hecho a la baja, lo que evidencia la solidez de la tendencia expansiva que vive la economía nacional.
En cuanto a la composición del crecimiento proyectado, la demanda nacional aportará 2,9 puntos porcentuales –cuatro décimas más que en la anterior previsión de julio–, mientras que el sector exterior restará tres décimas al crecimiento (frente a los -0,1 puntos porcentuales que se estimaban en el Panel anterior). El consenso ha mejorado la previsión de crecimiento de la inversión y, en menor medida, del consumo privado, aunque ha empeorado la estimación correspondiente al consumo público.
Las proyecciones para el ejercicio de 2026 también reflejan esta tendencia positiva. El Panel espera un crecimiento del PIB del 2,0%, una décima más de lo previsto en julio, con una aportación de la demanda nacional de 2,1 puntos porcentuales (dos décimas más que en el Panel previo), mientras que el sector exterior restará una décima (frente a una aportación nula en la anterior previsión).
Inflación contenida con perspectivas estables
Respecto a la evolución de los precios, los panelistas esperan que el índice general de inflación continúe en los niveles registrados en julio y agosto, o superiores, para después moderar su ritmo en los dos últimos meses del año hasta cerrar diciembre en el 2,3%. La estimación para la tasa media anual de la inflación general en 2025 se sitúa en el 2,5%, mientras que la subyacente alcanzaría el 2,3%.
Para el ejercicio de 2026, la previsión se mantiene en el 2,0% para la inflación general y en el 2,1% para la subyacente. En concreto, la tasa interanual de diciembre de 2026 se situaría exactamente en el 2,0%, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE).
Mejora del mercado laboral con descenso continuado del paro
El mercado de trabajo español también muestra señales de fortalecimiento en las proyecciones actualizadas. El Panel espera un crecimiento interanual del empleo del 2,3%, lo que supone tres décimas más respecto a la estimación anterior, y un 1,6% (dos décimas más) para 2026.
La tasa de desempleo, por su parte, se situaría en el 10,6% este año y descendería hasta el 10,2% en 2026, lo que representa una mejora de una y dos décimas, respectivamente, en comparación con la previsión de julio. Con ello, España continuaría la senda de reducción del desempleo que mantiene desde la recuperación post-pandemia.
En el ámbito fiscal, el consenso prevé que el déficit público se reduzca hasta el 2,8% del PIB este año y al 2,7% el próximo ejercicio, sin cambios respecto a la anterior previsión. Esta estabilidad en las proyecciones fiscales refleja la continuidad de las políticas de consolidación presupuestaria del Gobierno.
Perspectivas monetarias con tipos a la baja
El control de la inflación en la zona euro y una economía que resiste, aun sin brillantez, allanan el camino para un recorte adicional de tipos por parte del BCE, hasta el 1,75% –las respuestas se recopilaron antes de la última reunión del 11 de septiembre–, posición que se mantendría hasta finales del periodo de previsión.
Los mercados parecen haber descontado estos ajustes monetarios, de modo que el Euribor a un año apenas descendería desde el rango actual del 2,0%-2,1% hasta el 1,9% a finales de 2026. Pese a esta moderación, la política monetaria seguiría siendo restrictiva en términos reales, lo que podría limitar el impulso crediticio en los próximos trimestres.
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