Andalucía quiere ser el "escudo logístico" de Europa: los puertos reclaman inversión para asumir el desafío

Convertir a Andalucía en el gran "escudo logístico" de Europa. Ese fue el mensaje que sobrevoló el panel La economía andaluza desde sus puertos, celebrado en el segundo día de NISE Sevilla 2025 y moderado por la periodista Magdalena Trillo. Las seis autoridades portuarias presentes -Almería, Cádiz, Huelva, Málaga, Motril y Sevilla- coincidieron en que la comunidad dispone de una posición geoestratégica única para garantizar la soberanía logística del continente, pero necesita inversión y coordinación para poder asumir ese papel.

Andalucía es la única región con siete puertos de interés general, un dispositivo que, bien articulado, podría evitar que el valor añadido logístico siga concentrándose en el centro de Europa. La presidenta del Puerto de Almería, Rosario Soto, defendió que la comunidad actúa como “frontera sur” del continente, con conexiones clave con Marruecos y Argelia y activos estratégicos como Medgaz, el gasoducto submarino que une Argelia y España. Como recordó, la región debe aprovechar esa posición para reforzar su papel en la seguridad de abastecimiento europeo.

En Cádiz, su presidenta Teófila Martínez destacó la fortaleza que supone sumar los puertos de Cádiz y Algeciras, donde se concentra una potente industria naval, offshore y aeronáutica. La provincia, afirmó, tiene condiciones para convertirse en un gran nodo de defensa europeo, pero necesita mayor inversión en infraestructuras, incluido el decisivo ramal ferroviario al Bajo de la Cabezuela.

Transición energética: la ventaja competitiva decisiva

El desafío no es solo logístico. También energético. Huelva, como apuntó su presidente Alberto Santana, es hoy el primer nodo industrial de España y avanza en la producción de hidrógeno verde, metanol y biocombustibles de segunda generación. “Un tercio de todo el hidrógeno verde que se producirá en España se generará en Huelva”, aseguró. Su puerto, el más extenso del país, ofrece 17 kilómetros de muelles que permiten integrar sectores industriales de manera natural.

En Sevilla, la transición energética se une al desafío de la digitalización. Su presidente, Rafael Carmona, insistió en que los puertos necesitan redes eléctricas potentes para desplegar proyectos vinculados a combustibles limpios como el metanol y el amoníaco verde. El puerto hispalense trabaja además en un gemelo digital del Guadalquivir, una herramienta que permitirá gestionar la vía navegable con mayor sostenibilidad y eficiencia.

Infraestructuras ferroviarias para completar la ecuación

En Málaga, su presidente Carlos Rubio recordó que los puertos andaluces están situados en las grandes rutas marítimas del mundo (este-oeste y norte-sur), lo que les da capacidad para competir en tráficos globales. Pero esa ventaja solo será real si la región se integra plenamente en los grandes corredores terrestres, desde el proyecto del puerto seco de Antequera hasta la conexión con el eje Algeciras-Zaragoza.

Motril, subrayó su presidente José García, demuestra cómo el territorio también condiciona la competitividad. Su ubicación entre la A-7 y la A-44 lo convierte en un puerto especialmente ágil para tráficos de alto volumen, como las aspas eólicas, y clave para el sector minero, incluidas las tierras raras, un recurso estratégico en plena transición energética.

Competitividad compartida para atraer inversión

Aunque cada puerto tiene prioridades distintas, todos coincidieron en que la competencia interna no debe impedir la cooperación externa. “Competimos, pero estamos coordinados y conocemos nuestras singularidades”, resumió Carmona. El objetivo común: actuar como un único sistema portuario capaz de atraer inversión internacional y reforzar la industria asociada.

Rubio añadió que Málaga está reconstruyendo su vocación industrial a través de la tecnología y la innovación, con proyectos como la sede de Google o el centro de ciberseguridad de Andalucía que colocan al puerto en la primera línea del desarrollo digital.

El panel cerró con un diagnóstico compartido: Andalucía tiene la capacidad de convertirse en el gran escudo logístico de Europa, garante de sus cadenas de suministro y de su seguridad económica. Pero para lograrlo necesitará energía suficiente, infraestructuras ferroviarias modernizadas, inversión estable y una estrategia común entre sus siete puertos.

Solo así la región podrá transformar su posición geoestratégica en una verdadera palanca de competitividad para España y para Europa.