tribuna económica
Gumersindo Ruiz
La sal de los océanos
Cádiz/Sindicatos y patronal no lograron ayer un acuerdo en el Sercla durante las más de 12 horas en las que mantuvieron abierta la negociación para renovar el convenio del metal de la provincia de Cádiz. La huelga convocada por UGT y CCOO para este miércoles 18 y el jueves 19 sigue, por tanto, adelante, y podría convertirse en indefinida a partir del 23 de junio, solo a la espera de la respuesta de la Federación de Empresas del Metal de la provincia de Cádiz (Femca) y sindicatos a una última propuesta de los mediadores.
En torno a las cuatro de la tarde las partes solicitaban un receso para almorzar, con la intención de retomar el diálogo posteriormente. Desde la representación de los trabajadores se exponía, que tras una larga mañana de negociación, no había "ningún tipo de avance", a pesar de que todos los temas estaban sobre la mesa y se habían analizado. "No hay esperanza a esta hora de suspender la huelga. De momento, hay que ir preparando las movilizaciones de los días 18 y 19", apuntaban. Los sindicatos criticaban "la actitud" que mostraba la patronal y, de hecho, hablaba de que "no está siendo leal".
Era casi la una de la madrugada cuando sindicatos y patronal terminaron las negociaciones sin alcanzar ningún tipo de acuerdo. "La patronal sigue divagando y no podíamos continuar", apuntaban fuentes sindicales. La convocatoria de huelga seguía activa solo pendiente de la contestación a una propuesta de los mediadores, que Femca decidirá con sus representados y los sindicatos tienen que evaluar. Esa respuesta se espera hoy martes. Si la contestación no es positiva, la provincia vivirá una nueva huelga del metal con el recuerdo de las movilizaciones de 2021.
Esas palabras contrastaban con la voluntad de negociar qrue habían mostrado sindicatos y patronal en las jornadas previas a esta cita mediadora. Desde FICA UGT, su secretario general en la provincia, Antonio Montoro, apuntaba a primera hora de la mañana que la intención era culminar esta nueva oportunidad frente a frente con Femca "con la idea de llegar a un acuerdo para este convenio". "Echemos las horas que echemos tenemos que salir de este Sercla con un acuerdo para los trabajadores, que se merecen tener un buen convenio para los próximos años", dejaba claro.
También se había pronunciado su homólogo de CCOO Industria, Pedro Lloret, hace unas días que aseguraba que la intención del sindicato no era llegar a la huelga, "sino lograr que la patronal entienda la necesidad de resolver asuntos pendientes del anterior convenio". "Hacemos un llamamiento a la patronal para que abandone su postura y podamos avanzar hacia un acuerdo justo para todas las plantillas. También lo hacemos hacia la sociedad para que entienda que los días de huelga no es algo que queramos realizar. Nos obligan las circunstancias", lanzaba de mensaje.
En el caso de Femca, su secretario general, José Muñoz, confirmaba a finales de la semana pasada que la patronal afrontaba este Sercla "con la voluntad de alcanzar un entendimiento a través del diálogo y una postura pro activa". Los representantes de las empresas han mostrado su preocupación porque se llegara a las jornadas de paro de la actividad por la imagen que el sector pudiera dar de conflictividad. Además, defendía las cuestiones en las que se había llegado a acuerdo y lamentaba que se esgrimieran otros temas alejados de la subida salarial para convocar esta modificación.
De partida, los sindicatos se presentaban en este servicio de la Junta de Andalucía con cuatro puntos clave que entendían debían asumirse por parte de la patronal para poder renovar el convenio del metal:
Sin esto, "CCOO no estará en disposición de firmar el acuerdo", aseguraba Lloret. De igual manera se pronunciaba Montoro, que se refería al plus de tóxico como el escollo principal para el entendimiento.
Desde Femca se defendía el esfuerzo realizado para llevar la mejora salarial por encima del IPC, hasta un 3% para 2024 y un 2,85 para 2025, incluido el abono de atrasos, para la actualización de dietas y para el adelanto de pagas extraordinarias.
En la provincia de Cádiz estaban llamados a la huelga en torno a 26.000 trabajadores, según los datos de la patronal, de más de 3.000 empresas, entre las que no solo se incluyen aquellas que forman la industria auxiliar que presta servicios a las compañías tractoras del sector naval y aeroespacial, es decir Navantia, Dragados Off-Shore y Airbus, centradas en la Bahía de Cádiz; y del sector siderúrgico, con Acerinox como ejemplo principal en el Campo de Gibraltar. También forman parte del sector del metal la carpintería metálica, la actividad de fontanería y climatización o los talleres de coches, lo que supone que las movilizaciones afectan a microempresas y pequeñas y medianas empresas.
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