La junta de accionistas de Cox autoriza la compra de Iberdrola México por 4.170 millones de dólares
La operación, considerada “esencial” por el consejo, permitirá a la multinacional andaluza duplicar ingresos y triplicar su Ebitda en 2028
Cox proyecta duplicar ingresos y triplicar su Ebitda en 2028 tras la integración de Iberdrola México
La multinacional sevillana Cox ha obtenido el respaldo definitivo de sus accionistas para ejecutar la compra del 100% del capital social de Iberdrola México, S.A. de C.V., en una operación valorada en 4.170 millones de dólares (aproximadamente 3.675 millones de euros). La junta general extraordinaria celebrada este lunes en Sevilla ha aprobado por unanimidad todas las propuestas del orden del día, incluida la autorización expresa para acometer esta adquisición, considerada por el consejo como un activo esencial. La aprobación fue comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este martes mediante un hecho relevante.
La operación, que se ejecutará directamente o a través de entidades participadas según los términos del acuerdo aprobado, incluye también la facultad al consejo de administración para suscribir las financiaciones necesarias y realizar todas las actuaciones conexas. El acuerdo cumple con lo dispuesto en el artículo 160.f) de la Ley de Sociedades de Capital, al tratarse de una transacción que afecta de forma significativa a la estructura del grupo.
Un salto estratégico en capacidad, mercado y talento
La compra de Iberdrola México permitirá a Cox incorporar una capacidad instalada operativa de 2.600 MW, repartida entre centrales de ciclo combinado, cogeneración y activos renovables. Además, la operación incluye la mayor suministradora de energía para usuarios cualificados del país, con una cuota de mercado del 25% y más de 500 grandes clientes.
La integración de unos 800 profesionales de Iberdrola México refuerza el músculo operativo de Cox en un mercado que considera estratégico por su seguridad jurídica y potencial de crecimiento. La compañía presidida por Enrique Riquelme estima que esta adquisición le permitirá cerrar 2025 con unas ventas proforma cercanas a los 3.000 millones de euros y un Ebitda de 750 millones, con lo que completaría su plan estratégico tres años antes de lo previsto.
México, epicentro del crecimiento
La operación se enmarca en el llamado Plan México, que contempla inversiones por valor de 10.700 millones de dólares entre 2025 y 2030. De esa cifra, más de 4.000 millones se destinarán a nuevos activos energéticos y hasta 1.500 millones a activos concesionales de agua. Cox considera que el país ofrece “sólidos fundamentos macroeconómicos”, una política fiscal responsable y una creciente demanda energética que requiere inversiones sustanciales.
En el marco de su Capital Markets Day celebrado en octubre en Londres, Cox anticipó que México será el principal motor de crecimiento del grupo. La compañía prevé que su Ebitda en este mercado alcance entre 800 y 900 millones de euros en 2028, con un flujo de caja operativo de entre 700 y 750 millones. La plataforma mexicana adquirida a Iberdrola aporta escala, previsibilidad y una cartera de clientes altamente fidelizada.
Objetivo 2028: duplicar ingresos y triplicar Ebitda
Cox aspira a alcanzar entre 6.000 y 6.500 millones de euros en ingresos en 2028, frente a los 2.600–2.700 millones proyectados para el cierre de 2025. En términos de Ebitda, la previsión se sitúa entre 1.500 y 1.600 millones de euros, lo que supone triplicar el resultado operativo en apenas tres años.
“Estamos construyendo una compañía predecible, con ingresos recurrentes y márgenes sólidos, que combina generación de energía, suministro, concesiones de agua y servicios de ingeniería y operación”, dijo en el Capital Markets Day Nacho Moreno, consejero delegado de Cox.
El plan estratégico contempla inversiones por valor de 5.500 millones de euros entre 2026 y 2028, distribuidas en seis regiones clave: México, Brasil, Chile, España, el arco centroamericano y Oriente Medio y África. La hoja de ruta incluye más de 10 GW de capacidad solar, 3.000 MWh en baterías, 400 MW eólicos, 2,8 millones de metros cúbicos/día en activos de agua y 400 kilómetros de líneas de transmisión.
Riesgos financieros y exigencia de ejecución
El plan de Cox, aunque ambicioso, no está exento de riesgos. La compañía proyecta una deuda bruta proforma de entre 4.500 y 4.800 millones de euros en 2028, frente a los 2.850 millones previstos para 2025. Aunque buena parte se canalizará vía project finance, el volumen absoluto es elevado.
Además, las previsiones se basan en un escenario run-rate, es decir, suponiendo que todos los activos estén plenamente operativos. Esta hipótesis implica riesgos técnicos, regulatorios y de ejecución, especialmente en mercados emergentes.
La compañía también anticipa una mejora del flujo de caja libre por acción, que pasará de 0,33 euros en 2025 a 2,64 euros en 2028: un incremento del 700%.
Temas relacionados
No hay comentarios