El BBVA envía a la CNMV el folleto actualizado de la opa sobre el Sabadell y sigue barajando recurrir al Supremo
La comunicación al supervisor atrasa los ahorros de costes o sinergias por la prohibición del Gobierno a una fusión en los próximos tres años.
Sabadell convoca dos juntas el 6 de agosto: una decidirá si se vende TSB y la siguiente el dividendo por esa operación

MADRID/El BBVA ha enviado este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto "actualizado" de su oferta pública de adquisición (opa) sobre el Banco Sabadell, mientras sigue barajando si recurrir al Tribunal Supremo la prohibición del Gobierno a una fusión de las dos entidades en los próximos tres años.
Según han informado a EFE fuentes próximas al proceso, el BBVA ha remitido esta nueva versión de las condiciones de la opa con el objetivo de seguir avanzando junto con la CNMV para que se apruebe cuanto antes y el periodo de canje pueda abrirse en julio.
El periodo de canje tiene que durar, en este caso, un mínimo de 30 días pero, como el BBVA no contempla la posibilidad de que concluya en agosto y la ley permite que pueda alargarse hasta un máximo de 70 días, continuará en septiembre.
El supervisor bursátil será el encargado de dar en las próximas semanas el visto bueno al folleto que recoge las condiciones de la oferta, incluyendo sus riesgos, un paso clave para que los accionistas del Sabadell puedan decidir el futuro de la entidad.
El grupo que preside Carlos Torres anunció hace justo una semana que seguía adelante con su oferta a los accionistas del banco catalán, un día antes de que el Sabadell anunciara la venta de su filial británica, TSB, al Banco Santander.
El consejo de administración del BBVA, de forma unánime, decidió continuar con la opa tras estudiar la condición del Gobierno de que, si prospera, las dos entidades tendrán que mantener su independencia al menos los próximos tres años, lo que retrasa los ahorros previstos.
Las sinergias de 850 millones
El plan inicial del BBVA pasaba por integrar en el grupo al Sabadell para obtener a lo largo de los tres primeros años unas sinergias o ahorros de 850 millones: 450 millones en gastos de tecnología, 300 millones en gastos de personal y 100 millones en ahorros financieros.
Sin embargo, a la vista del rechazo desde un primer momento del Gobierno a una fusión entre el BBVA y el Sabadell, el banco comprador empezó a barajar un escenario en el que la entidad catalana se mantendría como filial del grupo, al igual que el Santander tuvo durante más de dos décadas al Banesto.
Un proceso de integración suele tardar un par de años en completarse y, además, el impuesto extraordinario a la banca tendría un coste mayor para el BBVA si integra al Sabadell, ya que es progresivo, por lo que mantener al banco catalán como filial el grupo tendría una cierta ventaja fiscal.
En el lado contrario está que las sinergias previstas en su día de 850 millones serían imposibles de conseguir en tres años, lo que a priori resta atractivo a la operación y obliga al BBVA a contemplar un calendario más amplio, pero aun así al banco le seguiría interesando la operación y por eso decidió continuar con la opa y este lunes ha remitido el folleto a la CNMV.
Además, el BBVA sigue barajando recurrir al Tribunal Supremo la condición impuesta por el Gobierno y podría incluso pedir medidas cautelares para tratar que quedara en suspenso, algo que según fuentes jurídicas tendría sentido teniendo en cuenta que la operación de concentración fue aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
La venta de TSB y la presión para mejorar la oferta
El acuerdo del Banco Sabadell para vender su filial británica, TSB, al Santander por unos 3.100 millones de euros, a ojos del BBVA tampoco resta atractivo a la operación, pues el grupo nunca dijo que tuviera especial interés por este negocio.
El BBVA no está presente en el Reino Unido y difícilmente podría haberle sacado rendimiento al TSB, lo que hacía pensar que de prosperar la opa probablemente acabara vendiendo ese negocio, con lo que si Sabadell lo ha hecho desde ya y a buen precio, les ahorra ese trabajo.
Lo que sí complica el proceso y mete presión al BBVA para mejorar finalmente su oferta por el Sabadell es el hecho de que el banco catalán haya anunciado ya que repartirá un dividendo extraordinario en efectivo de 50 céntimos de euro por acción cuando haya cerrado la venta de TSB al Santander, prevista para el primer trimestre de 2026.
Ese reparto equivale a aproximadamente 2.500 millones y se suma a los 1.300 millones que el banco ya preveía repartir con cargo a los resultados de 2025, por lo que en menos de un año la entidad estaría repartiendo un total de 3.800 millones a sus accionistas.
Todo ello explica que al cierre de la semana pasada el Sabadell cotizara un 11,3% por encima del precio ofertado por el BBVA, lo que se traduce en que los accionistas perderían ese dinero si pudieran acudir a la opa, equivalente a unos 1.750 millones.
A la vista de esa prima negativa el mercado espera que el BBVA anuncie un pago en metálico superior, lo que podría hacer hasta cinco días antes de que finalice el periodo de aceptación de la oferta.
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