Creciente fértil

Tribuna Económica

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. / EFE

02 de septiembre 2025 - 05:59

Pese al protagonismo de los tipos de interés no olvidemos que la reunión de Jackson Hole era sobre empleo y demografía, y que causó sensación el trabajo sobre fertilidad de Claudia Goldin, premio Nobel de Economía por sus estudios de género. Mostró que la fertilidad da saltos en la historia, pero actualmente declina, y si en 1950 era de 5 hijos por mujer, pasa a 2,3, cerca ya del 2,1 que supuestamente mantendría el nivel de población; en España es 1,12 y 1,20 en Andalucía. Construye Goldin un modelo donde la demanda de hijos depende del deseo de la mujer de prolongar su formación, centrarse en su carrera profesional, y el compromiso del padre en cuidar a los hijos. Pero también el aumento de la renta nacional lleva al colapso de la fertilidad por menor capacidad para atender bienes que son intensivos en tiempo, como los niños; hay que añadir el coste de la educación, la disponibilidad de vivienda, y otras restricciones –tras la Gran Recesión cae aún más la fertilidad–, pero las medidas para conciliar vida laboral y tener hijos no suelen dar los resultados que se espera.

Cada país enfoca la casuística de la fertilidad según sus circunstancias, y la inmigración es uno de los remedios, contando con una mayor tasa de natalidad de los inmigrantes, aunque esto es también un fenómeno temporal. Goldin sostiene que en la fertilidad hay una falta de coincidencia entre los deseos de la mujer y del hombre, y como factor unificador de este fenómeno está la autodeterminación femenina en las sociedades modernas; así, cuando analiza los anticonceptivos los ve como un factor de independencia y vida más segura de las mujeres, y sus efectos en la natalidad son una consecuencia de esta capacidad de decidir si se pospone tener hijos y cuántos se tienen. Las instituciones y las políticas tienen su importancia, pero una contraofensiva a la igualdad de género –dice Claudia Goldin– como la de algunos políticos y patronos de grandes empresas (cita a V.P. Vance y M. Zuckerberg, pero sólo les dedica una nota a pie de página), y que crece también entre los jóvenes, no va a revertir la natalidad si el grado de desacuerdo entre géneros continúa.

Creciente Fértil es el arco de Oriente Medio donde nació la civilización; hoy lo forman países con una fertilidad que no es baja, pero donde paradójicamente se destruye sistemáticamente la vida. Y Creciente Fértil evoca también el libro de Clara Janés, en Hiperión, donde están quizás los versos más perturbadores, pero también los más expresivos de la liberación de los deseos de la mujer, en la poesía española.

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