Andalucía puede liderar la economía verde global si moviliza 30.000 millones anuales para transformar su tejido productivo
NISE Sevilla 2025
El Proyecto CREA, impulsado por la Junta, Unicaja, Harvard y Oliver Wyman, traza una hoja de ruta que permitiría generar más de 500.000 empleos hasta 2030 mediante diversificación, financiación e innovación verde
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Andalucía está en condiciones de liderar la nueva economía verde global, pero para lograrlo necesita movilizar cada año cerca de 30.000 millones de euros en financiación adicional. Esta es una de las conclusiones centrales expuestas por Gonzalo Arana, director de Gobierno e Instituciones Públicas de Oliver Wyman, durante su ponencia en NISE Sevilla 2025, donde detalló los avances del Proyecto CREA, una iniciativa pionera en Europa que une al sector público, al privado y al académico para definir una estrategia de crecimiento sostenido en la comunidad.
Arana recordó que CREA nació en julio de 2024, fruto de la alianza entre la Junta de Andalucía, Unicaja, el Growth Lab de la Universidad de Harvard y la consultora Oliver Wyman, con un propósito claro: diseñar una hoja de ruta que permita a Andalucía diversificar su economía, acelerar su crecimiento y generar empleo de calidad. El análisis elaborado por el equipo concluye que, si se impulsa una diversificación efectiva, la región podría necesitar hasta 38.000 millones de financiación adicional en 2030, lo que permitiría crear más de medio millón de nuevos empleos en sectores con mayor potencial.
El diagnóstico actual muestra una industria andaluza robusta, que representa el 12% del PIB, el 8% del empleo y que presenta un pleno empleo del 95% en el sector, con un crecimiento cercano al 3%. Se sustenta en pilares como la industria alimentaria y agroindustrial, la metalurgia y minería, la química y la energía, el aeroespacial y la defensa, así como las renovables. Sin embargo, el análisis comparativo con España revela desafíos: menor peso de la manufactura avanzada, menor densidad empresarial, fuerte presencia de pymes, baja digitalización y una agricultura que no siempre se transforma en agroindustria.
Andalucía ha puesto en marcha herramientas para revertir estas limitaciones -el Plan CRECE Industria, la ventanilla única para proyectos industriales o Andalucía Trade-, pero para que la región crezca de forma sostenible es necesario, según Arana, un diagnóstico claro, una estrategia de diversificación, acceso a la financiación e implementación de políticas públicas que consoliden esta dirección.
Entre los sectores donde la comunidad presenta ventajas competitivas, el ponente destacó las industrias emergentes vinculadas al crecimiento verde, las energías renovables, la tecnología y la digitalización, así como el ámbito aeroespacial, naval y de defensa. A ellas se suman industrias ya consolidadas como la manufacturera, el turismo de valor añadido y la agricultura.
La energía ocupa un lugar central en la estrategia. Arana subrayó que ningún país puede alterar de forma significativa sus emisiones solo con descarbonización interna, por lo que Andalucía debería apostar simultáneamente por tres vías: abastecer la transición ecológica; impulsar el powershoring, es decir, producir versiones verdes de productos hoy intensivos en emisiones; y crear y exportar patentes verdes que posicionen a la región en mercados globales.
El potencial solar andaluz es altamente competitivo y, aunque su ventaja eólica es menor, constituye una herramienta clave para reducir la intermitencia de las renovables. Sin embargo, alertó Arana, el ritmo de crecimiento de la generación verde ha sido más lento que en Castilla-La Mancha o Extremadura, a pesar de que Andalucía ya atrae industrias intensivas en energía.
Otro de los activos clave es la minería, dado que un 33,8% de la producción minera nacional proviene de Andalucía, que además posee reservas de minerales críticos indispensables para la descarbonización global. Este potencial se traduce también en oportunidades industriales: el equipo de CREA ha identificado 33 productos verdes con posibilidad de posicionarse en el mercado internacional, desde aceros y componentes metálicos hasta químicos avanzados, aislantes, materiales para baterías o circuitos integrados.
Pero para aprovechar estas oportunidades, insistió el ponente, Andalucía debe reforzar su capacidad para generar conocimiento verde e innovación, un ámbito donde la región ha perdido impulso en la producción de patentes y necesita recuperar tendencia.
Finalmente, Arana señaló los factores limitantes que pueden frenar el desarrollo: la falta de capital humano cualificado, la necesidad de mejorar el capital físico y la movilidad laboral, una burocracia que avanza pero aún debe simplificarse, la gestión eficiente del agua y la creación de un ecosistema financiero que apueste decididamente por la innovación.
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