"Con los aranceles la economía global está bajo prueba: es la presión de adaptarse y ser resilientes"

Claudia Pellerano, presidenta de la Asociación de Zonas Francas de las Américas, analiza el momento que afrontar la economía mundial con la política arancelaria de Estados Unidos y el papel que juegan las áreas de exención fiscal de Iberoamérica

Claudia Pellerano, presidenta de la Asociación de Zonas Francas de las Américas. / Julio González

Claudia Pellerano preside un gremio que aglutina desde hace más de dos décadas a numerosas zonas francas de América Latina, a la que en los últimos años se han ido adheriendo consorcios españoles, entre ellos en 2023 el de Cádiz. Estos días ha participado en el Blue Zone Forum Navantia 2025 celebrado en Cádiz y habla sobre las consecuencias de los nuevos aranceles de Estados Unidos.

Pregunta.–La política arancelaria impuesta por Donald Trump ha cambiado las reglas del juego, ¿está en peligro la economía global?

Respuesta.–Más que el peligro, yo te diría, bajo prueba. Es más la presión de tener que adaptarse y ser resilientes. En el pasado hemos tenido muchísimas situaciones, que de verdad nos han afectado, pero hemos sido un sector sumamente proactivo, que ha buscado la manera de continuar creciendo, de adaptarse a los nuevos tiempos, pero también de contribuir al proceso. No somos un sector que nos quedamos como público viendo lo que ocurre. Nos involucramos y tratamos de posicionarnos en los lugares donde se toman las decisiones, donde se hacen las evaluaciones, y proveemos información adecuada de manera que las decisiones que se toman sean lo más educadas posible y por ende lo más conscientes para los involucrados.

R.Como asociación, soy la presidenta de la Asociación de Zonas Francas de las Américas, que ya se ha convertido en Iberoamérica con la participación de España, que muy activamente y muy positivamente ha integrado el equipo, nos aseguramos de recibir y de generar estadísticas que reflejen la importancia del sector de zonas francas en sus respectivos países. Datos que reflejen el aporte tanto para la economía como para la estabilidad social, de cómo aportan la transferencia de tecnología y de cómo aportan en la parte de inversión. Casi independientemente de lo que ocurra geopolíticamente, internamente cada país está mejor preparado para poder posicionar las zonas francas con la herramienta de poder implementar proyectos que importen tanto al país origen como al país destino. Buscamos sinergia entre nuestros miembros como forma de aprovechar las fortalezas que tiene cada país, que lo que hace es que genere entonces soluciones mucho más prácticas, mucho más productivas, que son de mayor alcance y sostenibles en el tiempo.

P.–¿Cree que, a pesar de todas las turbulencias, de todos los problemas que pueda haber, de que se puedan reducir las exportaciones, puedan abrirse otras oportunidades porque los países, las empresas, busquen otros mercados?

R.–Eso es lo que está generando, justamente que todo el mundo está teniendo que hacer una evaluación 360 grados para ver con qué cuenta, cuáles son las relaciones que tiene, dónde le interesa depositar la mayor cantidad de esfuerzo y energía en el desarrollo de nuevos mercados o manteniendo y haciendo crecer los existentes. Represento un gran grupo de países y no te puedo decir una estrategia u otra, porque sé que cada país está haciendo su evaluación de manera individual, pero siempre recordando el aporte de poder vernos regionalmente. Estuvo toda la parte de la globalización, que duramos décadas enfocados en la ella, y ya todo eso ha ido cambiando a la regionalización. Eso nos hace acercarnos como región para poder proveer soluciones, independientemente de a cuáles de los mercados nos dirijamos, para que las soluciones sean mucho más integrales. Ahora mismo estamos haciendo una tarea increíble, estamos todos sentados sobre la mesa llevando informaciones, recomendaciones, teniendo que tomar posiciones importantes, porque todo esto cambia bastante cómo nos movíamos.

P.–¿Puede ser más concreta?

R.–La mayoría de los tratados de libre comercio se basaban mucho en el concepto de la transformación. Si en tu país transformabas lo suficiente los insumos que recibías, entonces tú podías aplicar para las exenciones que vienen atadas a ese tratado de libre comercio, por haberlo transformado lo suficiente. Ahora cambia el asunto, porque se está enfocando mucho en cuál es el origen de la materia prima, los insumos y las partes que usas en esa transformación, si es que manufacturas. Cada país está haciendo la tarea de ver dónde hago la compra de mis productos, cuánto lo transformo o no, cómo cumplo con los porcentajes que me están exigiendo los diferentes mercados, cómo afectan esos impuestos que me van a estar cobrando al componente no originario de ese país destino.

R.Por eso digo que estamos sentados con papeles analizando ya cuestión país, cosa que nos ha unificado muchísimo. Y luego lo vemos como región. Creo que esto lo que está trayendo es: ¿Con quién quiero continuar asociado? ¿Con quién quiero seguir trabajando? ¿A quién vale la pena ponerla esa energía?

P.–¿En qué momento está la inversión extranjera? ¿Es un momento proactivo, se están moviendo muchos mercados?

R.–Varía dependiendo del sector del que hablemos. Donde hay sectores, inversiones, que son sumamente fuertes y que toman un tiempo en la implementación -con todos los cambios geopolíticos- están teniendo un proceso, vamos a decir, medio lento de evaluación, por el hecho de que está todo en tanto cambio, tan a la expectativa de ver dónde y cómo va a acabar el asunto para poder localizar esas inversiones fuertes. Hay tipos de proyectos y sectores donde quizás las inversiones son más controladas y es más fácil tomar una decisión rápida. Ahora mismo hay una actividad fuerte de evaluación de inversión y está habiendo mucha inversión llegando a América, sobre todo porque es donde más se han dado los cambios en relación con los nuevos aranceles, vamos a decir. Estamos viendo mucha inversión en zonas francas que tienden a ser la herramienta más viable para la implementación de proyectos de gran escala, de alta tecnología, que tienen alta demanda tanto de servicios como de talento. Las zonas francas en los respectivos países con sus certificaciones internacionales tienden a hablar un mismo idioma y entonces es más fácil captar.

P.–Hablamos de zonas francas y no solo se trata de mercancías, también de la presencia de empresas de alta tecnología, por ejemplo.

R.–Creo que es importante posicionar de manera clara qué somos. Es verdad que de manera tradicional se contempla mucho cómo la transformación de bienes. Inclusive hay países en el mundo en que ni siquiera se piensa en transformación y en manufactura, piensan en logística y comercio y transbordo. Dependiendo de a qué lugar del mundo vayas es muy diferente. La parte de América conjuga actores muy diversos. Hay zonas francas que están orientadas a servicios, que incluye la parte de desarrollo de software, de ciberseguridad, inclusive con universidades dentro de zonas francas para el desarrollo de talento específico para sectores clave. Por ejemplo, estamos muy enfocados en manufactura avanzada y hay que desarrollar talento que vaya acorde con los tipos de inversión que está requiriendo el país que lo está haciendo. Luego también hay empresas, por ejemplo, de logística, que no está moviendo el producto en sí, sino que está dando el servicio. Hay otras divisiones y otros países muy fuertes en, por ejemplo, lo que se llaman BPO, que son las oficinas remotas.

P.–¿Oficinas remotas?

R.–Sí, dentro de ellas puede haber desde centros de llamada a departamentos remotos. Son departamentos remotos operativos de las compañías, o sea, lo que se llama Back Office Services, con contables, ingenieros, toda la parte que no requiere transformación en sí de producto, que no tienes por qué hacerlo dentro de tu propia compañía, lo puede hacer por ti un profesional en otro país. Hay centros donde puedes tener ingenieros que están haciendo modificaciones a procesos, que están en una zona franca en República Dominicana, o en Costa Rica, o en Uruguay, y que dan un servicio a una empresa que está aquí en España. O al revés: puedes tener en una zona franca en España un centro para dar esos tipos de servicios de manera remota a operaciones que están totalmente del otro lado.

P.–Y las manufacturas que es la actividad que más genera empleo.

R.–La manufactura es la porción que emplea en grandes cantidades. Analizas la generación de empleo y es un empleo formal y directo, que revierte a la economía un nivel de estabilidad. Por eso, para todas nuestras economías es sumamente clave el sector de zona franca. Independientemente de quién esté o no a nivel gubernamental, el sector de zona franca siempre está resguardado, porque aporta esa estabilidad laboral, y con estabilidad laboral viene la, vamos a decir, la estabilidad social, que es clave para la parte de captación de inversión.

R.La manufactura, que no tiene que ser la industria inicial, de calzado, costura, porque tenemos una diversificación increíble. Lo que ha tenido más estabilidad y más crecimiento en los últimos 10 años han sido los dispositivos médicos, la eléctrica y electrónica y la alta tecnología. En el caso de República Dominicana y de Costa Rica, sus mayores exportaciones son justamente dispositivos médicos. Y en cada uno de los países tienes una realidad muy diferente.

P.–¿Cómo ha transformado la entrada de las zonas francas de España a la asociación?

R.–Nos sorprende porque a veces enlazamos más con la parte española que con algunos de los mismos países de nuestra región. Es increíble, se nota mucho el origen nuestro y los lazos que durante toda la antigüedad hemos tenido con España. Pero también al entrar las zonas francas españolas le han dado un aporte muy interesante porque, por otro lado, son muy diferentes. En América está muy enfocado a la manufactura, a la logística. En España cada una tiene un enfoque. Ahora mismo la Zona Franca de Cádiz está sumamente enfocada a la parte de economía azul. La Zona Franca de Barcelona, a la tecnología. Tienes a Vigo, con una combinación que quizás es la más parecida a América. Además, el nivel de desarrollo y avance que tienen ustedes sirve de referente, honestamente, para muchos de nuestros países. que somos economías en vías de desarrollo. Generamos unos intercambios donde no solamente es la parte comercial, sino la parte humana y la parte de transferencia, de tecnología, de conocimiento.

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