La sobrerregulación lastra a la industria andaluza en un contexto geopolítico cada vez más incierto
Ciclo EY 'Looking at the future'
Las empresas reclaman menos burocracia y costes energéticos competitivos mientras la Junta de Andalucía defiende una estrategia "pragmática"
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La sobrerregulación, la lentitud administrativa y el encarecimiento de los costes energéticos se han consolidado como algunas de las principales preocupaciones del tejido empresarial andaluz en un escenario internacional marcado por la incertidumbre geopolítica, el proteccionismo y la fragmentación del comercio global. En este contexto, las empresas advierten de que el exceso normativo está frenando la competitividad industrial, mientras la Junta de Andalucía defiende una política basada en el pragmatismo, la internacionalización y la atracción de inversión para posicionar a la comunidad en el nuevo tablero global.
Este fue el eje central del encuentro del ciclo de sesiones del EY Looking at the Future, celebrado en Sevilla, en el que representantes institucionales y empresariales analizaron los retos y oportunidades del sector industrial andaluz ante un escenario global cada vez más complejo.
Durante la mesa redonda empresarial, moderada por el socio-director de EY en Andalucía, Alberto García Valera, las compañías coincidieron en señalar que la sobrerregulación se ha convertido en uno de los principales obstáculos para competir en un entorno internacional cada vez más exigente.
Desde Persán, su presidenta Concha Yoldi advirtió de que el exceso normativo, especialmente en la industria química, supone “un tiro en el pie” para Europa, pese a declararse firmemente europeísta. En su opinión, la regulación medioambiental y administrativa está excesivamente tasada, lo que limita la capacidad de crecimiento y adaptación del sector.
Por su parte, la presidenta de Osborne, Sofía Osborne, alertó de que el tránsito desde un comercio global libre hacia fórmulas más proteccionistas ha incrementado la incertidumbre, afectando al consumo y a la gestión empresarial. En este contexto, reclamó normas más ágiles, mayor diálogo entre administración y empresas y una adaptación real de la regulación a la situación del mercado.
Por otro lado, para Aceites del Sur, según su CEO, Gonzalo Guillén, la geopolítica condiciona ya de forma directa los planes estratégicos de las compañías, especialmente a través de la cadena de suministro, la regulación y los costes energéticos. “Se confunde regular más con regular mejor”, señaló, advirtiendo de la dificultad de competir cuando el precio de la energía se politiza.
Las empresas coincidieron, además, en reclamar inversiones en redes energéticas, infraestructuras logísticas y movilidad, así como una gestión a largo plazo de retos estructurales como el agua y la sequía, claves para mantener la competitividad industrial.
El contexto global y la respuesta institucional
El debate empresarial se enmarcó en un análisis más amplio del escenario internacional. En la apertura del encuentro, el senior advisor de EY, Eduardo Madina, describió un mundo marcado por la disonancia, alimentada por la desinformación y la polarización política. A su juicio, la economía global ha entrado en una etapa postoccidental, en la que Europa ha perdido peso frente a actores emergentes como China, lo que obliga a replantear su papel sin renunciar a la defensa del sistema democrático.
Desde el ámbito institucional, el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, defendió una política industrial abierta y pragmática para posicionar a Andalucía en este escenario incierto. En este sentido, señaló que, pese a la guerra arancelaria impulsada por Estados Unidos, su impacto sobre la economía andaluza está siendo más moderado de lo inicialmente previsto, con un tipo medio efectivo en torno al 10%, aunque insistió en la necesidad de mantener una vigilancia constante.
Paradela situó esta estrategia en una apuesta clara por la internacionalización, apoyada en la agencia Trade, que está desplegando ayudas directas a la exportación, apoyo a la presencia en ferias internacionales, apertura de nuevos mercados y organización de misiones comerciales. Esta política, subrayó, está dando resultados, con exportaciones que siguen marcando récords históricos, 49.000 millones de euros más en los últimos seis años y crecimientos a doble dígito en el presente ejercicio.
El consejero defendió una relación pragmática con China, abordada desde criterios económicos e industriales. Como ejemplos concretos, citó la reactivación de la planta de Santana, en Linares, donde se ha retomado el ensamblaje de vehículos gracias a inversión china, así como la próxima apertura de otra planta de capital asiático en la provincia de Jaén, reforzando su papel como polo industrial emergente.
Asimismo, destacó la apuesta por la transición energética, especialmente en sectores vinculados al hidrógeno verde, donde Andalucía se posiciona como uno de los territorios más competitivos de Europa gracias a su capacidad renovable, infraestructuras y potencial logístico. Paradela subrayó el interés de regiones industriales alemanas como Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia, Sajonia o Baviera, así como los acuerdos logísticos con grandes puertos europeos, como Róterdam.
El encuentro concluyó con una idea compartida: en un mundo condicionado por la geopolítica, la industria andaluza necesita menos trabas regulatorias y una estrategia pragmática que convierta las oportunidades globales en proyectos industriales reales.
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