Los centros de datos requerirán inversiones superiores a los tres billones de euros a nivel mundial de aquí a 2030

El consejero delegado de ACS, Juan Santamaría, ha participado este martes en undesayuno en la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), donde ha repasado la actualidad sobre diversos temas como el pago de peajes por el uso de carreteras, la posición de España en la carrera por la Inteligencia Artificial (IA) o las inversiones que requerirá en los próximos años los centros de datos y su demanda energética, que han hecho a ACS virar de una empresa de infraestructuras a una tecnológica.

Según Santamaría, España se encuentra en una situación privilegiada para el desarrollo de la IA gracias a sus potencialidades. Los factores que debe aprovechar el país y que la colocan en un lugar preferente son su liderazgo en la expansión de fibra óptica, el auge de las renovables, los cables submarinos que tienen conexión con Estados Unidos y su posición geográfica.

Además, el directivo ha defendido que la capacidad de trabajo y el compromiso que tiene el talento español "no lo tiene nadie", unido a la "enorme lealtad" que se le tiene a la empresa, aunque ha puntualizado que en España faltan ecosistemas que eviten que la gente formada se vaya fuera.

"Hay un tren que está empezando, que es enorme, que va a requerir muchísima inversión, mucho desarrollo humano y muchísimo talento. Estamos en una de esas revoluciones donde todo el mundo quiere estar en el momento adecuado", ha concluido al respecto.

Los centros de datos, la industria de semiconductores y la demanda energética

El consejero delegado de ACS ha detallado que las inversiones necesarias en centros de datos a nivel mundial ascenderán a más de 3 billones de euros solo hasta 2030, cuando la capacidad instalada habrá pasado de 60 gigavatios (GW) a unos 300 GW.

La industria de semiconductores, que acompaña a los centros de datos, también requerirá de otros 300.000 a 400.000 millones de euros, al mismo tiempo que la demanda energética vinculada a todas estas actividades se duplicará en ese mismo periodo.

Sin embargo, el directivo ha manifestado que todas esas cifras de inversión y demanda energética son "tremendamente infantiles" frente a lo que se avecina en el futuro, lo que ha llevado a la compañía, tradicionalmente de infraestructuras, a convertirse en una empresa tecnológica capaz de aprovechar todas esas necesidades de inversión.

De hecho, de los 60 GW de capacidad mundial en centros de datos, el grupo ACS, a través de todas sus filiales, ha levantado 9 GW, es decir, casi una sexta parte.

A todo ello se suman las otras dos 'D' en las que ha puesto el foco ACS. Además de la digitalización y la demanda energética, el grupo de Florentino Pérez también dará protagonismo a la demografía y la defensa.

En el primer ámbito destaca la inversión en el ámbito de la movilidad, como los vertipuertos, drones, logística o ferrocarril, mientras que en defensa ha destacado la enorme inversión que ha destapado el objetivo del 5% de gasto público de los países OTAN (del cual un 1,5% es inversión en infraestructuras).

"Todo ello implica un reseteo de las infraestructuras. Y nosotros, como empresas de infraestructuras, tenemos que resetearnos también si queremos abordar el panorama que viene", ha asegurado, argumentado el cambio de ACS de una empresa de infraestructuras a una tecnológica.

Pago de peajes por el uso de carreteras

Juan Santamaría ha incidido en la misma opinión sobre la implementación de peajes en las autovías que siempre se ha mostrado desde Abertis, una concesionaria de autopistas española que ACS controla al 50%. De esta forma, aunque se ha declarado "subjetivo" en esta materia, ha defendido que solo las pensiones, la Seguridad Social, la sanidad y el coste de la deuda suponen entre el 55% y el 64% del presupuesto de los países de Europa, repartiéndose el resto en ámbitos como la educación o la defensa, entre otros.

Además, ha recordado que en muchos otros países europeos hay peajes en gran parte de la red de carreteras: "Un camión que sale de Polonia, paga peajes en toda Europa y cuando llega a España deja de pagar peajes, para volver a pagarlos cuando entra en Portugal".

Además, ha citado los más de 95 millones de turistas que vienen a España y usan las carreteras, así como el hecho de que la población está cada vez más envejecida y, por lo tanto, los mayores no usan la carretera, pero tienen que pagarla. Por ello, cree que es el usuario el que debe pagar la carretera, aunque con ciertas desgravaciones para los que la usan para trabajar o estudiar.