OpenAI completa su reestructuración y convierte a Microsoft en el mayor accionista, con un 27% de la compañía

La empresa de inteligencia artificial cierra el cambio a corporación de beneficio público, valorada en 135.000 millones de dólares, y anuncia inversiones de 1,4 billones en infraestructuras, mientras prepara nuevos dispositivos físicos para 2026

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OpenAI. / Ángel Colmenares, EFE

OpenAI ha concluido su compleja reestructuración corporativa, consolidando a Microsoft como su principal accionista con aproximadamente el 27% de la nueva compañía, valorada en 135.000 millones de dólares.

La transformación de la start-up de inteligencia artificial, que pasa de ser una organización sin ánimo de lucro a una corporación de beneficio público (CBP), se acompaña de un ambicioso plan de inversión de 1,4 billones de dólares en infraestructuras y el anuncio de futuros dispositivos que llevarán la IA al mercado de consumo en los próximos años.

Microsoft reduce su participación pero mantiene derechos clave hasta 2032

OpenAI anunció este martes que ha completado su reestructuración y que ha firmado un nuevo acuerdo con Microsoft que incluye planes si se alcanza la inteligencia artificial general (IAG, en inglés AGI), un hipotético sistema de IA que supera las capacidades del cerebro humano y que, según los expertos, podría llegar en la próxima década.

La start-up indicó que su organización sin fines de lucro ahora se llama OpenAI Foundation, que posee una participación accionarial de aproximadamente 130.000 millones de dólares en su división con fines de lucro, lo que la convierte en una de las organizaciones filantrópicas con mayores recursos de la historia, según la compañía.

"La misión de OpenAI es garantizar que la IAG beneficie a toda la humanidad y se impulsará tanto a través de la empresa como de la Fundación. Cuanto más éxito tenga OpenAI como empresa, mayor será el valor de su participación accionarial, que la organización utilizará para financiar su labor filantrópica", apunta la empresa en un comunicado firmado por Bret Taylor, presidente del Consejo de Administración de OpenAI.

Bajo la nueva estructura, la OpenAI Foundation tendrá una participación del 26% en la división con fines de lucro, con un 47% en manos de empleados e inversores actuales y anteriores.

Qué cambia en el acuerdo con Microsoft

Microsoft, que ha invertido más de 13.000 millones de dólares en OpenAI y respalda a la compañía desde 2019, declaró en un comunicado que comparte muchos de los puntos con el de OpenAI, que apoya la recapitalización de la firma de IA y que ahora posee una corporación de beneficio público (CBP) valorada en 135.000 millones de dólares, aproximadamente el 27% de la compañía sobre una base diluida después de la conversión.

Eso se traduce en una reducción, ya que antes Microsoft mantenía una participación del 32,5% sobre una base diluida y convertida en la organización con fines de lucro de OpenAI.

El acuerdo sobre la inteligencia artificial general

La IAG no solo es el objetivo de OpenAI, sino de todas las empresas involucradas en la carrera por convertirse en la IA dominante del mercado.

En ambos comunicados se lee que, "una vez que OpenAI declare la IAG, dicha declaración será verificada por un panel de expertos independiente".

Además, Microsoft incide en que no pierde los derechos sobre la tecnología: "Los derechos de propiedad intelectual de Microsoft, tanto para modelos como para productos, se extienden hasta 2032 e incluyen modelos posteriores a la IAG, con las medidas de seguridad adecuadas", según el texto.

En el comunicado de OpenAI se detalla el complejo entramado de derechos. Por ejemplo, que "los derechos de propiedad intelectual de Microsoft sobre la investigación se mantendrán hasta que el panel de expertos verifique la AGI o hasta 2030, lo que ocurra primero".

Pero hay un par de matices importantes: esos derechos "ahora excluyen el hardware de consumo de OpenAI", que podrá "desarrollar conjuntamente algunos productos con terceros".

Por otro lado, "los productos API desarrollados con terceros serán exclusivos de Azure" y, los que no sean API, "pueden ofrecerse en cualquier proveedor de nube".

Y, aunque el acuerdo contempla que Microsoft pueda "desarrollar AGI de forma independiente o en colaboración con terceros", si para ello "utiliza la propiedad intelectual de OpenAI antes de que se declare AGI, los modelos estarán sujetos a umbrales de computación".

Según OpenAI, "el acuerdo conserva los elementos clave", es decir, que la firma dirigida por Sam Altman sigue siendo "el socio modelo pionero de Microsoft", que continuará teniendo "derechos exclusivos de propiedad intelectual y exclusividad de la API de Azure hasta la llegada de la AGI".

Mayor autonomía operativa

En el comunicado de OpenAI también se destaca la mayor flexibilidad operativa obtenida, ya que a partir de ahora podrá "proporcionar acceso a la API a los clientes de seguridad nacional del Gobierno de EEUU, independientemente del proveedor de servicios en la nube".

Eso abre la puerta a que la empresa, que tiene varios acuerdos y proyectos puestos en marcha con la Administración Trump, amplíe su colaboración con el Ejecutivo estadounidense.

Un año de negociaciones y batalla judicial

La noticia llega después de más de un año de negociaciones de OpenAI con las fiscalías generales de California y Delaware, cuya aprobación ha sido clave para que se haya materializado esta reestructuración.

De forma paralela, pero sin salir de los tribunales, tanto OpenAI como Sam Altman han sido demandados por Elon Musk, cofundador de la start-up y que intenta desde hace meses detener esa transformación en empresa con ánimo de lucro.

Como sostiene el también fundador de Tesla o SpaceX, cocreó OpenAI en 2015 como un laboratorio de investigación sin fines de lucro.

Dispositivos físicos "para llevar la IA a todas partes"

Retomando la idea del hardware que se menciona en el anuncio de la reestructuración y los nuevos derechos de Microsoft, Sam Altman avanzó que OpenAI lanzará "en los próximos años" un dispositivo para que los usuarios puedan "llevar la inteligencia artificial a todas partes".

Se espera que Jony Ive, el reputado ex diseñador de Apple -y que fichó hace meses por OpenAI-, ayude a diseñar este producto, aunque la empresa de IA no dio más detalles.

Según la prensa especializada, la tecnológica trabaja en varios dispositivos: un altavoz inteligente sin pantalla, gafas inteligentes, una grabadora de voz digital y un pin portátil, cuyo lanzamiento estaría previsto entre finales de 2026 y comienzos de 2027.

"Queremos empoderar a las personas con IA tanto como sea posible y confiar en que el proceso que ha funcionado a lo largo de la historia, personas que construyen cosas cada vez mejores con herramientas cada vez mejores, continuará", dijo Altman en una retransmisión en directo.

El directivo describió cómo OpenAI continúa perfeccionando no solo lo que la IA sabe, sino también cómo piensa; el objetivo final de la compañía, sostuvo, es crear sistemas seguros, transparentes y alineados con los valores humanos: comprender a qué dispositivos pueden acceder, qué datos utilizan y cómo toman decisiones.

Asimismo, anunció que, para septiembre de 2026, OpenAI espera contar con un asistente de investigación, capaz de ayudar con el análisis de datos y experimentos sencillos, y que para marzo de 2028 ese asistente podría convertirse en un investigador, capaz de generar y probar hipótesis originales.

1,4 billones de dólares para 30 gigavatios de infraestructura

En el campo de las inversiones, el director ejecutivo de OpenAI avanzó que la empresa se ha comprometido a invertir aproximadamente 1,4 billones de dólares en infraestructuras durante los próximos años, lo que equivale a aproximadamente 30 gigavatios de capacidad para centros de datos.

"Sé que ha habido mucha confusión sobre nuestra situación actual en cuanto al desarrollo de nuestra infraestructura. Y hemos decidido ser muy transparentes al respecto. En la situación actual, todos nuestros compromisos suman un poco más de 30 gigavatios de desarrollo de infraestructura, lo que supone una obligación financiera total de aproximadamente 1,4 billones de dólares para nosotros durante los próximos años", explicó.

Esa cifra total incluye los acuerdos ya anunciados con AMD, Broadcom, Nvidia, Oracle y otros socios.

Generación de ingresos y salida a bolsa

"Por supuesto, esperamos hacer mucho más, dado el panorama actual; lo que creemos que podemos ver en cuanto al crecimiento de los ingresos y nuestra capacidad para recaudar capital", añadió.

Con el tiempo, la compañía desea contar con un mecanismo técnico y financiero que le permita generar un gigavatio de nueva capacidad por semana a un coste de unos 20.000 millones de dólares por gigavatio.

"Aquí es donde nos gustaría llegar y en los próximos meses vamos a trabajar arduamente para ver si podemos lograrlo", declaró Altman, que añadió que eventualmente la empresa necesita alcanzar "cientos de miles de millones de dólares en ingresos anuales" y que están en una "curva bastante pronunciada hacia eso".

En ese horizonte, Altman ve a los clientes empresariales como un importante motor de ingresos, aunque también cree que hay formas de obtener fondos de los usuarios, más allá de las actuales suscripciones mensuales de pago.

En cuanto a si la empresa planea sacar a bolsa OpenAI, Altman afirmó que es probable que finalmente se realice una oferta pública inicial (OPI), pero no hay un plan ni un plazo específicos.

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