El POTA regulará por primera vez la instalación de energías renovables

La próxima revisión prevé fijar porcentajes máximos de ocupación del suelo y la distancia a los núcleos urbanos

La planificación eléctrica del Gobierno no incluye todas las prioridades señaladas por Andalucía

Jorge Paradela, ayer, en la sede de la Consejería de Industria, Energía y Minas en Sevilla.
Jorge Paradela, ayer, en la sede de la Consejería de Industria, Energía y Minas en Sevilla. / José Ángel García

La Junta de Andalucía quiere que el despliegue de las energías renovables en la comunidad autónoma inicie “una nueva fase de madurez y optimización”. Así lo afirma el consejero de Industria Energía y Minas, Jorge Paradela, quien confirmó, en una entrevista con este periódico, confirmó las primeras medidas que ha tomado el Consejo de Gobierno para este objetivo y que, por primera vez, el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) regulará la instalación de plantas de energías renovables.

“Estamos en un momento interesante de nuestra política energética que nos va a permitir entrar en una fase de optimización y madurez del modelo”, afirma Paradela, quien da datos que demuestra un avance significativo.

“A cierre del primer semestre de 2025 tenemos instalada una potencia de 16.000 megavatios (Mw), lo cual nos acerca al objetivo de 20.000 Mw que teníamos para finales del año 2026 y nos sitúa como la segunda comunidad autónoma de España en renovables, solo por detrás de Castilla y León, –que tiene, eso sí, un aporte de hidráulica muy importante– y la primera en energía fotovoltaica”.

Esas cifras, recalca el titular de Energía del Gobierno andaluz suponen que el 69% de la generación en la comunidad autónoma es renovable, “lo que no acerca al 82% que tenemos como objetivo para 2030”.

Ese amplio despliegue se ha hecho, según Paradela, siguiendo “un modelo equilibrado”, en el que “la ocupación del territorio es inferior al 1%, concretamente del 0.7%, y en el que el 35% de los proyectos son rechazados porque no obtienen los permisos necesarios”.

Es este nivel de implantación lo que lleva al Ejecutivo de la Junta a plantearse que es el momento en el que Andalucía puede permitirse “entrar en una fase distinta”. “Yo la denomino de madurez y optimización del modelo”. Esta nueva fase no se queda en retórica: el Gobierno de Andalucía está tomando medidas concretas.

Así, en la revisión del POTA, cuya tramitación corresponde a la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, de la que es titular Rocío Díaz, se ha incluido por primera vez la regulación a la instalación de plantas renovables en los municipios andaluces.

Paradela, que considera este paso como “histórico”, anticipó que el texto del POTA que se va a someter a información pública incluirá “porcentajes máximos de ocupación de superficie municipal” y también establecerá unos “criterios de distancia mínima a núcleos urbanos y a espacios protegidos.

El consejero señala que, aunque es un tema que pilota Fomento, su departamento también ha participado en la elección de estos criterios.

Acuerdos del Consejo de Gobierno

El establecimiento de regulación a la instalación de renovables en el POTA no es el único paso que ha dado la Junta para iniciar esa nueva fase de madurez y optimización del modelo energético andaluz.

Así, el Consejo de Gobierno del pasado martes aprobó una serie de medidas que siguen esa misma línea. En primer lugar, acordó impulsar la instalación de renovables en suelos industriales en desuso, como espacios de minería antigua, donde la actividad extractiva ya está abandonada. “Son más de 400 los espacios de ese tipo los que hemos catalogado Andalucía”, explicó Paradela.

En segundo lugar, y en el marco de la ley de Espacios Productivos de Andalucía, cuyo proyecto está ya en el Parlamento, se potenciará la implantación de energía renovable en polígonos industriales, un trabajo que se hará, dijo el consejero, en colaboración con los municipios que forman parte de la red de ciudades industriales. Paradela prevé que se haga tanto en las cubiertas de las naves industriales y, cuando sea posible, en parcelas anexas.

En tercer lugar, el Gobierno ha adoptado medidas para “potenciar los usos compatibles con la agricultura y la ganadería, lo que llaman la agrivoltaica”, afirma el consejero, lo que une una amplificación de “la huella industrial”. El objetivo, admite, es lograr “una mayor involucración de proveedores locales en el despliegue de las energías renovables”.

Respecto a la falta de capacidad de potencia eléctrica en Andalucía, el consejero reiteró que ya se ha producido la primera reunión con el Gobierno y el operador del sistema para avanzar en las inversiones que son necesarias para superar la colmatación de los nodos eléctricos. En cualquier caso, Paradela sí enfatizó que es un problema grave, pero que lo que limita sobre todo es el futuro, “porque un 40% de la potencia reservada todavía no está en uso". “No es una situación que impida el desarrollo de proyectos que tienen ya potencia reservada y que tienen asociado una inversión muy importante en el futuro”, concluyó.

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