El BCE propone simplificar las normas bancarias con un rediseño de los colchones de capital

El supervisor europeo plantea fusionar niveles de capital, reforzar la proporcionalidad y racionalizar los test de estrés, sin reducir la resiliencia del sistema financiero

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Luis de Guindos, vicepresidente de Banco Central Europeo.
Luis de Guindos, vicepresidente de Banco Central Europeo. / Efe · Mariscal

11 de diciembre 2025 - 13:05

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha respaldado las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Simplificación, liderado por Luis de Guindos, que abogan por reducir la complejidad del marco regulatorio, de supervisión y de información aplicable a las entidades de crédito en la Unión Europea. El documento, presentado este jueves, incluye 17 propuestas que serán remitidas a la Comisión Europea, encargada de elaborar un informe sobre la competitividad del sector bancario que se publicará en 2026.

Según el BCE, el objetivo es claro: simplificar las normas sin comprometer la capacidad de resistencia del sistema financiero europeo, garantizando que las autoridades microprudenciales, macroprudenciales y de resolución sigan cumpliendo eficazmente sus funciones. El organismo insiste en que esta reforma debe ir acompañada de la culminación de la unión bancaria y la unión de ahorros e inversiones para reducir la fragmentación nacional y mejorar la eficiencia de los mercados de capitales. Además, subraya la necesidad de fomentar la armonización y la integración financiera europeas, destacando que la cooperación internacional es fundamental y todas las jurisdicciones deben garantizar una aplicación plena y fiel de Basilea III.

Dos colchones en lugar de varios

Entre las medidas más relevantes figura la propuesta de fusionar los actuales niveles de colchones de capital en solo dos: uno no liberable y otro liberable, que las autoridades puedan reducir en períodos de dificultad. Asimismo, se plantea simplificar la ratio de apalancamiento, pasando de cuatro elementos a dos: un requerimiento mínimo del 3% y un colchón único, que podría fijarse en cero para entidades de menor tamaño.

El BCE mantendría separado el P2G, la recomendación sobre capital adicional para escenarios de crisis. Para el supervisor, la actual variedad de elementos de capital en la UE reduce la transparencia y aumenta la incertidumbre, frente a jurisdicciones como Reino Unido o Estados Unidos, donde el marco es más sencillo.

El vicepresidente del BCE Luis de Guindos ha subrayado que “el objetivo es lograr el mismo nivel de resiliencia de forma más sencilla”, asegurando que no se rebajarán los colchones de capital ni de liquidez: “No vamos a socavar los requisitos de capital de los bancos europeos”, afirmó. El también ex ministro de Economía español defendió que los niveles actuales no limitan la capacidad de las entidades para prestar a la economía real. Además, el Consejo de Gobierno propone reforzar la capacidad del capital adicional de nivel 1 (AT1) para absorber pérdidas en condiciones operativas normales, conforme al Acuerdo de Basilea, manteniendo la resiliencia. Alternativamente, podrían eliminarse elementos distintos del capital en situación de gestión continuada, siempre que se respete la neutralidad y el cumplimiento de Basilea.

Más proporcionalidad para los bancos pequeños

Otra de las recomendaciones apunta a aumentar significativamente la proporcionalidad de las normas, ampliando a más entidades el régimen simplificado que hoy se aplica a los bancos de menor tamaño. El BCE considera que la aplicación generalizada de Basilea en la UE ha generado una complejidad excesiva y propone un marco específico, sustancialmente más simple, para las entidades pequeñas, tanto en capital como en supervisión.

Guindos aclaró que no se trata de replicar el modelo estadounidense para bancos pequeños y medianos: “Nos referimos a los bancos pequeños”, insistió, recordando que serán los legisladores europeos quienes definan los límites.

Armonización y simplificación operativa

El BCE también recomienda reciprocidad automática en las medidas macroprudenciales, mayor alineamiento entre los requisitos de resolución y los aplicables a las entidades sistémicas globales, y que las normas bancarias se adopten mediante reglamentos directamente aplicables en lugar de directivas. Además, aboga por completar el código normativo único y armonizar las reglas sobre autorizaciones, gobernanza y operaciones con partes vinculadas, lo que reduciría la complejidad.

En cuanto a los test de estrés, el BCE considera que el ejercicio liderado por la Autoridad Bancaria Europea se ha vuelto demasiado complejo y costoso, por lo que propone racionalizar su metodología y alcance para que los resultados sean más útiles tanto para el sistema como para las entidades.

Por último, plantea la creación de un sistema integrado de información bancaria a escala europea, que permita a las entidades informar una sola vez y facilite el intercambio de datos entre autoridades con fines estadísticos, prudenciales y de resolución, idealmente a través del Comité Conjunto de Información Bancaria.

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