Duelo en la alta sierra

La contraofensiva de Paramount a la oferta de Netflix por Warner abre una feroz disputa empresarial con dimensiones políticas

Mítico letrero de Hollywood en las colinas californianas. / CAROLINE BREHMAN · EFE

14 de diciembre 2025 - 06:00

Jornadas calientes en las laderas de Hollywood. No es un rodaje. Ni se refiere a la entrega de premios Oscar. Es una batalla mercantil entre colosos que no es ficción. Está pasando. Aunque muy bien podría llevarse a las pantallas y colocar en los títulos de crédito que está basada en hechos reales con personajes que reflejan una fiel imagen de los tiempos que corren, en los que se mezclan intereses empresariales con aderezos políticos.

La secuencia empieza el viernes, 5 de diciembre de 2025. Netflix, esa compañía que revolucionó el mercado del entretenimiento a finales del siglo pasado, alcanza un acuerdo con la mítica Warner Bros Discovery para comprarle los activos de cine y transmisión de contenidos multimedia por internet (streaming), incluyendo la plataforma HBO Max. El pacto amistoso se valoró en 83.000 millones de dólares (unos 72.000 millones de euros). Pasados tres días, después de un fin de semana agitado de costa a costa de Estados Unidos, otra mítica productora cinematográfica, Paramount, se mete en medio con el lanzamiento de una opa hostil sobre los legendarios estudios. Ofrece 108.000 millones de dólares (93.250 millones de euros al cambio) por toda la empresa, incluyendo las cadenas CNN, TBS y HGTV además de la citada HBO.

Por lo visto, la pelea viene de tiempo atrás. El acuerdo Netflix-Warner se fraguó tras varios meses de disputas en las que David Ellison, propietario de la Paramount desde que en julio de 2024 la adquirió por 8.000 millones de dólares a través de Skydance, mostró interés por la productora, cuyas deudas habían llevado a su consejo a buscar soluciones. Se da la circunstancia de que el nuevo mandamás de Paramount contaba en todo momento con el apoyo moral y financiero de su padre, Larry Ellison, cofundador y dueño de Oracle, considerada la segunda persona más rica del mundo e íntimo amigo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Además, al parecer, el consejero delegado de Netflix, Ted Sarandos, le había comunicado a Trump que estaba interesado en Warner durante una reunión el pasado noviembre.

Con esas referencias apareció Paramount Skydance (Ellison junior ya había añadido el segundo nombre) en las oficinas de la Warner. Según Ellison, había hecho seis acercamientos al consejo para comprar el conglomerado y crear un gigante sectorial y este no le dio oportunidad. Ni siquiera le escuchó. Al tiempo, buscó un caballero blanco para salvaguardar la fortaleza. Fue cuando decidió tirar de chequera con argumentos incontestables: 30 dólares por acción en efectivo sobre todo el pastel frente a 27,75 dólares con parte en acciones. Además, tomaría cadenas endeudadas, que, con el acuerdo de Netflix, se quedarían los propietarios de Warner.

¿Quién da más? En principio, la segunda oferta parece mucho más potable que la primera; pero, como suele suceder en las peleas empresariales, no se descartaba una reacción de mejora. Netflix, de momento no ha elevado la cifra; se ha limitado a vender su plan, basado en miles de nuevos puestos de trabajo y mucho más suelo para rodajes.

Sin embargo, existe el factor adicional que puede determinar cualquier movimiento. La trama tiene mucho trasfondo político en el que aparecen como protagonistas (secundarios, pero con papel clave), el mismísimo Trump, y su yerno, Jared Kushner, circunstancias no menores. La propia Administración Trump no ha negado que “estará involucrada” después de que el propio presidente asegurara, antes de conocerse la contraofensiva de Ellison junior, que revisaría el acuerdo con Netflix por su posible incidencia en la competencia al tener una cuota mercado “muy grande”. Para más morbo, en el entramado aparecen fondos inversores de Arabia Saudí, Qatar y Abu Dabi, países a los que el máximo mandatario de Estados Unidos cuida sin disimulo y que estarían dispuestos a desembolsar lo que se les pida pese a que no tienen derechos de voto (una forma de eludir la jurisdicción del Comité de Inversiones Extranjeras).

El desenlace está por ver, aunque se vislumbre. Las dos operaciones generan dudas desde el punto de vista de la competencia. La propuesta de Netflix ampliaría su poder en streaming sumando más de 128 millones de suscriptores a los 302 que tiene dejando a Paramount Skydance con algo menos de 80. Esta, por su parte, se acercaría a los de Warner con la compra. Parece evidente de que la concentración supondría una erosión a la competencia económica, pero también elevaría la capacidad de influencia del poder político en la difusión de información a la que tienen derecho los ciudadanos.

El problema radica, precisamente, en este punto y no solo por factores de competencia, sino por el conflicto de interés que genera el respaldo de la Casa Blanca y el apoyo financiero de Kushner. Si Paramount se hace con el mando, añadiría la prestigiosa CNN a su grupo, en el que ya figura CBS. La pluralidad e independencia informativa quedaría muy en entredicho y la amenaza de una sobrevenida mansedumbre con el Gobierno del país va a ser una constante.

Los Corros

Incertidumbre en Naturgy

Naturgy no deja de reordenarse. La venta de un 7,1% del capital de la energética por BlackRock-GIP abre ahora una fase de incertidumbre. El fondo vende, pero se queda con un 11,7%. La duda radica en lo que van a hacer los otros fondos presentes en el consejo. CVC había sugerido que quería salir e IFM, que se quedó muy corto en la opa parcial, comprar. A la expectativa.

La Casa 47

El Gobierno ha decidido transformar Sepes, la entidad pública empresarial de suelo, en Casa 47. El número se refiere al artículo de la Constitución que reconoce el derecho a una vivienda digna, cuestión que se ha convertido en la principal preocupación de los españoles. La decisión debe ir acompañada de medidas que hagan asequibles los precios, que, en 10 años, han subido un 70%, muy lejos de lo que lo han hecho los salarios.

Puente viaje a China

El ministro de Transportes, Óscar Puente, activo en las redes sociales y en la búsqueda de de soluciones para reforzar la movilidad ferroviaria, se ha trasladado a China para analizar las posibles ofertas para renovación de la flota de Renfe. Se trata de ver y comparar calidad, rapidez y precios frente a las otras industrias sectoriales.

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