Las constructoras andaluzas ven en la falta de personal el principal reto que debe afrontar el sector
Representantes de Sando, Fonsán, Jarquil, Gesteco y Felipe Castellano analizan en Expoconstruye la situación actual y exponen sus estrategias para el futuro
El encarecimiento de la vivienda en España podría desacelerarse en 2026
Grandes constructoras andaluzas como Gesteco, Sando, Fonsán, Jarquil y Felipe Castellano se han reunido este martes en la primera jornada de la feria del sector Expoconstruye para debatir sobre los tiempos de cambio que vive la construcción, para analizar sus retos y las estrategias que están llevando a cabo en estos momentos de evolución. El diagnóstico sobre la principal amenaza coinciden que es la falta de relevo generacional y la necesidad de hacer atractivo el sector a las nuevas generaciones. Les cuesta la vida conseguir un equipo de trabajo para sacar los encargos en plazo.
Se han recordado viejos tiempos, aquellos en los que el sector de la construcción empleaba a 2,5 millones de personas en nuestro país. Actualmente son millón y medio los trabajadores que emplea, por lo que un millón completo nunca se ha recuperado en estos años según los datos ofrecidos por Álvaro Osborne, director general de Gesteco Constructora, que añade que hay 150.000 vacantes en el INE que no se cubren. La gente en edad de trabajar rehuye del sector.
El diagnóstico lo ha completado con el perfil del trabajador actual, con un 10% por encima de los 60 años y otro casi 30% mayor de 50, así que casi el 40% de los empleados estarán rozando la franja de la jubilación en los próximos años. Sin embargo, los jóvenes están llamados a coger un papel relevante tal y como argumenta Diego Chacón, director de negocio de Jarquil Construcción. Falta mano de obra formada y especializada en las innovaciones que requiere la industrialización, lo que lleva a que los constructores tengan problemas para cumplir los plazos poniendo en peligro los compromisos con los clientes.
Encargos no faltan, de hecho se ven sobrepasados por esa falta de personal. Hay que mimar y transmitir los conocimientos de los profesionales experimentados que aún quedan, ejemplifica Chacón con los 35 becarios que han incorporado recientemente y de los que una veintena se ha quedado formando parte de la empresa. Porque hay que gestionar el talento, para fidelizarlo, pero también hay que saber gestionar la falta de talento, añade Jorge Alberto Gámiz, director general de conservación y energía de Sando, porque a veces se contrata al que no queda más remedio.
Eusebio Cano, CEO de Grupo Fonsán Constructora, incide en que hay que mostrar el atractivo de la construcción para que se queden en el sector los técnicos formados, porque sigue siendo un motor económico y hay que hacer el trabajo más cómodo y menos duro, para lo que la industrialización supone un factor esencial.
La administración debe ayudar a esa conversión en un polo atractivo para las nuevas generaciones el sector, abunda Chacón, así como a traer de modo controlado a trabajadores extranjeros que se incorporen. "No se trata solo de construir edificios sino oportunidades, hay que entrelazar la experiencia con la juventud, la tradición con la innovación", apunta, "porque se está olvidando el oficio y eso es muy peligroso".
Además de la necesidad de ese relevo, durante el coloquio se han expresado otros retos que vive el sector "en profunda transformación" como la "sostenibilidad real, no para lograr etiquetas", que desde Fonsán ejemplifican en la implementación de una filosofía más de rehabilitar que de construir, ampliando el ciclo de vida circular de los materiales. Osborne ha expuesto la volatilidad en los precios de estos materiales, en los que el gasto energético y los aranceles son factores de incertidumbre, mientras Cano trata la necesidad de unión y transparencia para minimizar los riesgos que afrontan, así como la productividad.
Gámiz pone el acento en que la construcción ha vivido ya muchos procesos de transformación, sin embargo considera que en esta ocasión el sector no está sabiendo adaptarse al mismo ritmo que en otras ocasiones. Desde Sando subrayan la falta de presupuestos en infraestructuras, con partidas ridículas para su conservación y modernización. "Las infraestructuras que no se conservan se destruyen o se convierten en algo muy peligroso, así que es necesario aumentar los presupuestos para conservarlas, para lo que propone una mayor colaboración público-privada porque hay empresas dispuestas a aportar esa inyección.
Continúa el CEO de la constructora que "nuestro sector siempre ha estado mal visto", cuando hay argumentos para estar orgullosos de las infaestructuras que se levantan y eso hay que mostrárselo a los jóvenes para cambiar esa cultura.
Pedro Curiel, director de contratación de Construcción Felipe Castellano, rubrica el diagnóstico realizado por sus compañeros de coloquio, pero aporta que hay que mirar con optimismo, "aunque sea con esos mimbres" el futuro de la construcción para abrir la puerta a las estrategias con las que estas compañías andaluzas pueden revertir esta situación.
Cuidar el talento es el denominador común. Diego Chacón dice que se ha convertido en director de Recursos Humanos para "potenciar a los buenos y sacar petróleo de los no tan buenos" ante una plantilla que supera los 600 trabajadores. "Hay que escucharles y acompañarles", explica, en un intento de entender mejor a las nuevas generaciones y a sus necesidades, "porque una caseta de obra puede ser lo más trágico que te puedas encontrar". A esto se suma una mayor elección de los proyectos, con la mirada puesto en Madrid donde hay mayor capacidad productiva que en Andalucía.
Eusebio Cano explica que en Fonsán han creado una escuela de formación no exclusivamente para personal propio (400 trabajadores) con la intención de retener el talento, formarlo e integrarlo. Además explica que la empresa se ha ido diversificando, para no entrar en una competencia voraz, y se ha metido de lleno en la industrialización "porque no podemos pretender seguir poniendo ladrillos y alicatado como hacíamos antes". "No tenemos ansiedad por firmar nuevos contratos porque tenemos obras a año y medio vista", por lo que mantener el equipo de trabajo es donde ponen el foco.
Desde Sando Gámiz insiste en la necesidad de impulsar con más ahínco esa colaboración entre empresas y administración. Además su estrategia para por la digitalización, de modo que se pueda inventariar las infraestructuras y su estado para planificar las actuaciones. Para ello defiende la conservación predictiva, diferente a la correctiva o a la preventiva. Gracias a los datos y a la inteligencia artificial al servicio de la conservación, se puede modelizar la infraestructura y añadirle imputs de deterioro para saber cuándo actuar en su mantenimiento.
Álvaro Osborne explica que en Gesteco se basan en trabajar con proveedores de confianza y en estrechar alianzas con sus clientes para fidelizarlos. Aunque están especializados en la industrialización para el sector industrial, cada vez el residencial exige una mayor profundización en este ámbito. Un proceso de industrialización que ha sido el más mencionado tras la falta de carga de trabajo porque, aunque coinciden que no es una opción obviarla, aunque es el futuro, llevamos una década hablando de ella y aún es una realidad minoritaria.
Curiel expone que en Felipe Castellano apostaron por una línea dedicada a estas innovaciones, con la creación de EOSS, y que les va muy bien. Además considera que en los últimos tres o cuatro años el salto ha sido importante en este proceso de industrialización que ya no es el futuro sino el presente. Esta industrialización que vendrá a profundizar los cambios que experimenta el sector e incluso a paliar esa falta de recursos humanos que ahora mismo paraliza algunos proyectos.
No hay comentarios