Andalucía lidera la creación de empleo pero sigue a la cabeza del paro en España

La comunidad supera por primera vez los 3,6 millones de ocupados tras sumar 65.500 ocupados en el tercer trimestre, más que ninguna otra región, aunque mantiene una tasa de paro del 15,27%, cinco puntos por encima de la media nacional

En el trimestre anterior Andalucía ya batió su récord absoluto de empleo y la tasa de paro bajó del 15% por primera vez desde 2008

Tasa de paro por provincias / Departamento de Infografía

El mercado laboral andaluz ha mostrado signos de dinamismo en el tercer trimestre de 2025, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Insituto Nacional de Estadística (INE) este viernes. Andalucía ha sido la comunidad que más empleo ha creado entre julio y septiembre de este año el tercer trimestre de 2025. El número de ocupados ha aumentado en 65.500 personas respecto al trimestre anterior, lo que representa un crecimiento del 1,85%, superior al registrado en el conjunto de España, donde el incremento ha sido del 0,53%. En términos interanuales, el avance ha sido aún más significativo: 108.800 nuevos ocupados, un 3,11% más que en el mismo periodo de 2024.

Con 3,61 millones de ocupados –un nuevo máximo–, Andalucía se sitúa como la segunda comunidad con mayor volumen de empleo, solo por detrás de Cataluña, que alcanza los 3,95 millones. Sin embargo, en términos de creación de empleo, Andalucía lidera el ranking autonómico, seguida por la Comunidad Valenciana, que ha sumado 37.500 ocupados en el trimestre. Madrid, en cambio, ha perdido 60.700 empleos, lo que la convierte en la región con peor evolución trimestral.

Pese a esta evolución positiva, Andalucía sigue liderando el desempleo en España. La comunidad registra una tasa de paro del 15,27%, muy por encima del 10,45% nacional. Además, supone volver a superar el 15% de tasa de desempleo en términos EPA, cota de la que había logrado bajar en el trimestre anterior por primera vez desde 2008.

El número de parados ha crecido en 32.400 personas en el tercer trimestre, aunque en comparación con el año anterior se ha reducido en 19.400. Esta dualidad —crecimiento del empleo y persistencia del paro— refleja una dinámica compleja en el mercado laboral andaluz, donde la incorporación de nuevos activos no siempre se traduce en una absorción inmediata por parte del tejido productivo. Andalucía es la comunidad en la que más se incrementó también el desempleo en términos EPA.

La tasa de actividad se sitúa en el 57,86%, ligeramente por debajo del 59,3% estatal. Este indicador refleja el porcentaje de población en edad de trabajar que está activa, es decir, que trabaja o busca empleo. Aunque la diferencia no es excesiva, sí evidencia una menor participación laboral en la comunidad, lo que puede estar vinculado a factores estructurales como el envejecimiento poblacional, la economía sumergida o la desmotivación por la persistencia del desempleo.

La tasa de empleo en Andalucía es del 49,02%, muy por debajo del 68,62% nacional para la franja de edad entre 16 y 64 años. Esta brecha refleja una menor capacidad del mercado laboral andaluz para generar ocupación, especialmente en sectores con mayor valor añadido. A pesar de ello, el ritmo de creación de empleo ha sido más intenso que en el conjunto del país, lo que apunta a una recuperación más acelerada en términos relativos.

Brecha de género

La brecha de género sigue siendo uno de los principales retos del mercado laboral andaluz. De los 3,61 millones de ocupados, 2.006.300 son hombres y 1.606.000 mujeres. Sin embargo, el número de paradas supera al de parados: 365.300 frente a 285.600. La tasa de paro femenina alcanza el 18,53%, muy por encima del 12,11% nacional, mientras que la masculina se sitúa en el 12,46%, también superior al 8,97% estatal. En cuanto a la participación laboral, la tasa de actividad de los hombres es del 63,77%, frente al 52,23% de las mujeres, ambas por debajo de las medias nacionales.

El comportamiento del empleo y el paro varía significativamente según los grupos de edad. Los jóvenes de 20 a 24 años han incrementado su ocupación en 52.600 personas, mientras que el grupo de 25 a 29 años lo ha hecho en 43.700. En cambio, se han perdido empleos en los tramos de 30 a 39 años, con caídas de hasta 37.300 ocupados en el grupo de 35 a 39. En el paro, destaca el aumento entre los jóvenes: 41.900 parados más entre 20 y 24 años, mientras que el grupo de 25 a 54 años apenas ha variado. El dinamismo del empleo juvenil contrasta con la pérdida de ocupación en edades intermedias, lo que podría estar relacionado con la temporalidad, la rotación laboral y la dificultad de consolidar trayectorias profesionales estables.

Por sectores, el crecimiento del empleo se ha concentrado en la industria y la construcción, mientras que la agricultura ha perdido ocupación. Aunque los servicios siguen siendo el principal motor del empleo en Andalucía, con más de 17 millones de ocupados a nivel nacional, su evolución ha sido más moderada. La industria ha registrado un incremento del 2,13% en el trimestre, y la construcción un 2,14%, mientras que la agricultura ha caído un 2,28%, lo que refleja un desplazamiento del empleo hacia actividades más urbanas y técnicas.

Evolución provincial

La evolución del empleo en las ocho provincias andaluzas ha sido desigual, aunque todas han registrado avances en la ocupación. Málaga ha liderado la creación de empleo con 18.400 nuevos ocupados en el trimestre, seguida de Sevilla, que ha sumado 13.200, y Cádiz, con 10.700. También han destacado los incrementos en Granada y Córdoba, con 7.800 y 6.600 ocupados más, respectivamente. En el extremo opuesto, Jaén y Huelva han mostrado los menores avances, con 2.100 y 2.400 empleos nuevos. En cuanto al paro, Cádiz sigue siendo la provincia con mayor número de desempleados, seguida de Sevilla y Málaga, aunque todas han experimentado una reducción interanual. La mejora del empleo se ha extendido territorialmente, pero con distinta intensidad según el dinamismo económico de cada provincia.

La comparativa con los datos nacionales muestra una evolución desigual. La tasa de paro andaluza supera en cinco puntos la media estatal, lo que refleja una persistente debilidad estructural. La mejora en los indicadores de ocupación es una señal positiva, aunque insuficiente para cerrar la brecha con el conjunto del país. La consolidación de esta tendencia dependerá de la capacidad de la economía andaluza para generar empleo estable y de calidad, especialmente en sectores estratégicos como la industria, la tecnología y los servicios avanzados.

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