El depósito franco, un "valor añadido" del Puerto de Algeciras en pleno crecimiento

Algeciras/El Puerto de Algeciras, uno de los que mayor tráfico de mercancías alberga de Europa, cuenta en su interior con un activo ecosistema logístico, en el que destacan los almacenes. Uno de ellos es el Depósito Aduanero y Logístico Sur de Europa (Dalse), que cuenta con ventajas fiscales para sus clientes.

El conocido popularmente como depósito franco es gestionado por la sociedad Dalse, participada al 50% por la Zona Franca de Cádiz y la compañía logística Bernardino Abad. La primera aporta la concesión de la parcela portuaria, mientras que la segunda cuenta con más de 100 años de experiencia en el sector logístico. Por el momento, la alianza se extiende hasta el final de la concesión, en el año 2033. "Para nosotros, que impulsamos la internacionalización de las empresas, ofrecer este servicio y contar con este socio es muy importante", resalta Marta Domínguez, directora de promoción empresarial y comercio exterior de la Zona Franca.

Este recinto cuenta con la ventaja de que los clientes no tienen que abonar impuestos o aranceles por los servicios que se prestan en su interior, solo pagan la cuota que establece la empresa, lo que reduce los costes de buena parte de la logística. Eso sí, si la mercancía sigue su camino por España para su venta, debe abonar las tasas correspondientes. "Hay mercancías en tránsito que pueden ir de un punto a otro sin pagar ni arancel ni IVA, todo depende de dónde se consuman y a dónde vayan", explica Javier Benítez, director del Dalse.

Las dependencias del Dalse se dividen en cuatro espacios o depósitos: temporal, aduanero, distinto aduanero y fiscal de bebidas. En este último se almacenan alcoholes y se les colocan los precintos y etiquetados en función del país de destino y cuenta con una sección separada del resto. A estas instalaciones se suma una zona de descarga en el polígono industrial Cortijo Real, también en Algeciras, donde trabajan con mercancías de gran tamaño, como placas solares, para agilizar su operativa y transporte. El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González, destaca “el valor añadido que aporta el depósito aduanero al puerto, siendo una extensión de sus instalaciones y un eslabón clave en la gestión de las figuras aduaneras en la cadena logística de transitarios y operadores”.

Al recorrer sus pasillos se pueden encontrar todo tipo de productos, desde latas de refresco a bobinas de cobre, pasando por alfombras, mobiliario de hogar y equipos de gimnasio. El trajín de las carretillas es continuo, introduciendo o extrayendo palés por alguno de los diez muelles para camiones. También cuentan con dos cámaras frigoríficas para productos perecederos como las patatas egipcias. En un rincón, incluso, se ubica el depósito de la Guardia Civil para la mercancía pendiente de obtener todos los permisos reglamentarios.

Aunque las mercancías son variopintas, la mayoría de sus clientes son habituales e incluyen, principalmente, navieras y transitarios, que mueven a su vez cargas de cualquier tipo para sus contratistas. Los servicios del depósito cubren todas las necesidades que se presenten, incluso labores de costura. "Hemos llegado a tener aquí costureras durante dos semanas cambiando etiquetas de 5.000 bañadores porque no cumplían la normativa europea", recuerda Javier Copano, director general de Bernardino Abad.

Crecimiento

El depósito franco ha incrementado notablemente su cifra de negocio en los últimos años tras el inicio de operaciones en 2015. En 2016, la facturación no llegaba al millón de euros y se mantuvo estable durante varios años. En 2020 ya superaron los 1,1 millones. En el último balance, de 2024, la compañía facturó por sus servicios propios 1,8 millones, duplicando el dato de hace diez años. Al mes, el Dalse mueve unos 25.000 palés.

Actualmente, el depósito franco cuenta con una plantilla fija de 16 trabajadores. A estos se suman eventuales a los que la empresa contrata de forma puntual en función de los movimientos previstos, como sucede en otras empresas del sector. De esta forma, pueden adaptarse a un negocio con muchos imprevistos como es el del tráfico de mercancías. "Hay servicios como la automoción que son 24 horas, cuando venga el furgón con la urgencia, y tienes que ser muy flexible", destaca Javier Copano.

Pese a la competencia, los empresarios forman una "mancomunidad" que colabora para redirigir cargas cuando alguno no tiene espacio en sus almacenes, lo que evita que se desvíen a otros puertos. "A nosotros nos interesa que haya tráfico en el Puerto de Algeciras aunque tengas que ir de la mano de la competencia, que realmente no lo es", agrega Javier Benítez.

“Nuestra valoración de la gestión en el Depósito Aduanero es muy positiva porque los buenos resultados y el crecimiento que está experimentando avalan la eficacia de la colaboración público-privada, que ofrece una respuesta más ágil y efectiva a los clientes, aportándoles competitividad y fortalezas y favoreciendo la internacionalización para hacer frente a los retos de la actual situación geopolítica y a unos mercados cada vez más exigentes”, expone Fran González.

Digitalización

La necesaria adaptación a las nuevas tecnologías para hacer más eficientes las labores del depósito franco ha permitido que la gran mayoría de procesos se hayan digitalizado. El laboratorio de innovación de Bernardino Abad desarrolló la aplicación VeriOps, con la que facilitan la comunicación entre los empleados y el seguimiento de las mercancías que se mueven por el almacén, además de todos los detalles de cada una de ellas.

Este año, el Dalse prevé solicitar el almacenamiento conjunto de las mercancías aduaneras para mover palets libremente y evitar la obligatoria segmentación actual según el régimen al que corresponda cada carga. La buena relación entre Zona Franca y Aduanas puede ayudar a que este sistema se implante y permita optimizar el uso de los espacios, lo que permitiría aumentar la capacidad práctica en muchos momentos.