Grupo El Amarre quiere liderar el “milímetro cero” para transformar la hostelería sevillana

El nuevo grupo gastronómico, conformado por Cañabota, La Barra de Cañabota, Tribeca, Salmedina y Zurbarán, junto a la flota pesquera Astaroth se presenta en Sevilla con la ambición de reforzar el vínculo con el producto de origen

Nace El Amarre, un grupo de restauración sevillano que engloba más de diez millones de facturación

This browser does not support the video element.

Declaraciones a 'El Conciso' de Eduardo Guardiola y Juan Luis Fernández / José Ángel García

La Casa Guardiola fue testigo del lanzamiento oficial de Grupo El Amarre, una alianza empresarial que llega con una meta clara: impulsar una nueva manera de entender la hostelería en Sevilla, con el “milímetro cero” como seña de identidad. El proyecto reúne a cinco espacios gastronómicos de referencia: Cañabota, La Barra de Cañabota, Tribeca, Salmedina y Zurbarán, junto a la flota pesquera Astaroth, que actúa como puente directo con el sector primario y garantiza la trazabilidad completa del producto.

Ante más de doscientos invitados del ámbito institucional, económico y académico, entre ellos Carmen Cristina del Toro, directora general de Industria, Innovación y Cadena Agroalimentaria; Francisco Herrero, presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla; y Miguel Rus, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), los impulsores del grupo reivindicaron la importancia de evolucionar hacia una restauración más auténtica, más profesional y más conectada con el origen de cada ingrediente.

El acto contó también con la intervención inicial del primer teniente de alcalde, Juan Bueno, quien destacó que Eduardo Guardiola -el CEO- es “garantía de éxito” y que, desde el Ayuntamiento, se preocuparán por “no estorbar” a empresarios de la talla de los que integran el grupo de restauración. La clausura corrió a cargo de la viceconsejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Consolación Vera, que reivindicó que “Andalucía es una potencia gastronómica, apostando siempre por la innovación y la excelencia”.

En su intervención, el director general del grupo, Eduardo Guardiola, definió la jornada como “el inicio de una nueva etapa” que combina experiencia, conocimiento y una visión compartida: apostar por conceptos de restauración donde el respeto al producto sea irrenunciable. Para Guardiola, la clave está en el ciclo integrado que permite conocer quién pesca, quién cocina y quién sirve el producto, un modelo que aspira a situar a Sevilla como referencia gastronómica nacional.

El Amarre nace respaldado por profesionales con trayectorias consolidadas dentro y fuera de España. Entre sus promotores figuran cocineros y gestores con décadas de oficio y proyectos que ya han marcado huella en la ciudad: desde los veinticinco años de innovación de Tribeca hasta la excelencia reconocida de Cañabota, pasando por la recuperación de la cocina tradicional en Zurbarán o la experiencia internacional acumulada antes del nacimiento de Salmedina. A ellos se suma el trabajo esencial de los marineros de Astaroth, responsables de surtir de materia prima a todos los establecimientos del grupo.

Detrás de Grupo El Amarre están Eduardo Guardiola, Pedro Giménez, José Miguel Carpintero, Miguel Criado, Jaime Guardiola, Pedro Ruiz-Ocejo y Juan Luis Fernández, nombres entre los que se encuentran chefs con experiencia internacional, con más de treinta años en grandes cocinas, expertos en crear nuevos conceptos y en la gestión profesional de la hostelería.

La apuesta por el milímetro cero, concepto que reivindican por encima del popular “kilómetro cero”, busca diferenciarse mediante la cercanía real al origen y el cuidado en cada eslabón del proceso. El grupo combina propuestas de alta gastronomía con espacios de tapeo tradicional, siempre bajo una misma premisa: autenticidad y respeto absoluto al producto.

Agrupa a más de 150 empleados directos e indirectos que colaboran activamente para dar servicio a más de 100.000 clientes. En cuanto al género, mueven 150 toneladas de pescado y marisco al año. A nivel económico, la facturación total del grupo se eleva a los 10 millones de euros, pero más allá de las cifras, Grupo El Amarre destaca por su valor formativo, colaborando con escuelas y programas educativos ligados a la hostelería.

Con esta mirada, Grupo El Amarre se presenta como un actor llamado a influir en el futuro inmediato de la restauración sevillana. Su objetivo, más allá de la cocina, es contribuir a la formación y profesionalización del sector, reforzar la sostenibilidad y situar la excelencia como horizonte. Una ambición que, según sus responsables, pretende abrir una nueva etapa para la gastronomía andaluza.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último