
Tribuna económica
Carmen Pérez
La batalla por el dominio monetario digital
Tribuna económica
La guerra por liderar el futuro del dinero digital está en marcha, y las stablecoins se están convirtiendo en herramientas clave en esta contienda. Este tipo especial de moneda digital está ganando protagonismo por su gran potencial para transformar cómo se hacen los pagos en todo el mundo. Las regulaciones que se están desarrollando limitan sus riesgos. También, avivan la batalla.
Las stablecoins —o monedas estables— son criptoactivos diseñados para mantener un valor constante al vincularlas a monedas fiduciarias tradicionales, como el dólar o el euro. Esto les confiere una característica que las diferencia completamente de otras criptomonedas, como el Bitcoin, que suelen ser muy volátiles. Se convierten así en una alternativa a la vez confiable y práctica para usar dinero digital. Sin embargo, su estabilidad es tan sólida como la estructura que las respalda: si la entidad emisora no tiene reservas reales suficientes o transparentes, el riesgo sistémico es considerable.
Ante este escenario, los reguladores han comenzado a actuar. La Unión Europea impulsó el reglamento MiCA, que establece requisitos de transparencia, reservas y supervisión para los emisores de stablecoins. En Estados Unidos, la recientemente aprobada ley GENIUS —firmada por el presidente Trump en julio de 2025— otorga al Tesoro y a la Reserva Federal la autoridad para supervisar y autorizar emisores de monedas estables. Ambas normativas nacen de una preocupación común: evitar abusos, fraudes y amenazas a la estabilidad financiera.
Pero la ley GENIUS también intensifica la carrera por el liderazgo. El otorgarles a las stablecoins un espacio seguro en el sistema financiero regulado coloca a los emisores estadounidenses en una posición privilegiada para impulsar el dominio del dólar en los pagos transfronterizos. Así, su entrada en vigor acelerará la adopción de stablecoins en dólares, y esta expansión implica un enorme desafío para otras monedas soberanas, que podrían perder terreno.
Frente a esta realidad, Europa ha decidido responder con el lanzamiento del euro digital, una moneda digital emitida directamente por el BCE. A diferencia de las stablecoins privadas, el euro digital tendrá el respaldo institucional de la autoridad monetaria europea, lo que aumentará su confianza y seguridad. Esta versión soberana, además, estará diseñada para ser fácil de usar y plenamente funcional en entornos digitales, garantizando así una alternativa sólida que permita a Europa mantener su soberanía monetaria en un mundo cada vez más digitalizado.
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