Los productores internacionales de aceite de oliva firman la Declaración de Córdoba
El documento, apoyado por una treintena de países y organismos, defiende un marco común que fortalezca el sector, así como promover el estudio, la calidad y la difusión de los beneficios del olivar
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Una treintena de países y organismos internacionales han rubricado este jueves la Declaración de Córdoba, un documento con el que se comprometen a defender el olivar, impulsar políticas públicas que fortalezcan al sector, promover la cooperación científica y técnica,armonizar normas internacionales de calidad y comercio, y reforzar la educación del consumidor sobre los beneficios del aceite de oliva y las aceitunas de mesa.
Esta declaración ha sido promovida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Consejo Oleícola Internacional cuya reunión plenaria se ha celebrado en Córdoba y ha concluido con este texto consensuado.
El ministro Luis Planas ha subrayado en el acto que el olivar no es solo un gran producto agroalimentario, sino que hay detrás “toda una realidad de hombres y mujeres, una realidad ambiental, social y un producto de primera salud para todos los ciudadanos”. Planas ha destacado además que el sector oleícola es una fuente esencial de valor económico y empleo en amplias zonas rurales: “Muchas de las zonas que cultivan nuestro olivar tradicional serían hoy zonas despobladas”.
La Declaración de Córdoba
Los puntos que todos los firmantes se han comprometido a defendero son resumidamente:
- El fomento de la calidad de los productos oleícolas y facilitar su comercio internacional mediante la armonización de normas nacionales e internacionales que eviten obstáculos al comercio y protejan los derechos de los consumidores.
- Promover el consumo de productos oleícolas y la expansión del comercio internacional del aceite de oliva y las aceitunas de mesa.
- Impulsar políticas públicas que reconozcan y fortalezcan el sector oleícola como un sistema alimentario que contribuye a la salud humana, a la sostenibilidad del planeta y al bienestar de las comunidades rurales.
- Velar por la preservación y la protección del olivo —árbol emblemático y símbolo de paz— frente a todas las amenazas naturales o humanas que puedan poner en peligro su pervivencia, y fomentar su restauración y regeneración en todos los lugares donde se vea afectado.
- Promover la cooperación técnica, la investigación, el desarrollo y la innovación tanto a nivel nacional como internacional en colaboración con universidades y otros centros de investigación para favorecer el desarrollo sostenible del sector oleícola y su adaptación a los efectos del cambio climático.
- Reconocer y valorar el papel medioambiental de los olivares, promoviendo los estudios científicos, y las prácticas agrícolas que maximicen su capacidad de absorción y almacenamiento de CO₂ y su contribución a la mitigación de los efectos del cambio climático.
- Apoyar actividades internacionales y regionales que difundan información científica general sobre las propiedades nutricionales y de salud; integrar el aceite de oliva en las estrategias de salud pública y nutrición; fomentar la colaboración con chefs y restauradores para educar a los consumidores sobre el aceite de oliva y las aceitunas de mesa.
España, líder en producción y comercialización
El ministro Planas ha valorado el papel del Consejo Oleícola Internacional como organismo fundamental para el futuro del sector al reunir a todos los países productores con un objetivo común: trabajar unidos para garantizar la calidad de los aceites de oliva y facilitar el comercio internacional.
Desde el Ministerio destacan la participación activa de España en todos los trabajos de este Consejo, desde sus grupos técnicos y de expertos "porque creemos firmemente en la cooperación internacional y en la necesidad de avanzar hacia estándares comunes que fortalezcan al sector”.
El ministro ha reconocido "los desafíos como temperaturas más altas, menor disponibilidad de agua y fenómenos climáticos más extremos” a los que se enfrenta el sector, “pero, igual que el olivo ha sobrevivido miles de años, estoy convencido de que nosotros sabremos adaptarnos”.
España concentra el 39% de la producción mundial de aceite de oliva y el 67% de la producción europea, lo que sitúa al país como referente global. Según Luis Planas, la producción mundial actualmente se sitúa en torno a los 3,5 millones de toneladas y “en esta década vamos a estar en condiciones de comercializar 4 millones de toneladas a nivel mundial”.
El aceite español está presente en más de 150 mercados internacionales. Planas se ha referido al acuerdo Unión Europea–Mercosur, y ha señalado que representa “una gran oportunidad de expandir la presencia de nuestro aceite de oliva en un mercado de 268 millones de personas”.
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