Juan M. Marqués Perales
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El fabricante H2B2 Electrolysis Technologies –que tiene su sede operativa en Dos Hermanas (Sevilla) y domicilio social en Madrid– ha pedido en el Juzgado Mercantil número 11 de la capital española la apertura de negociaciones para alcanzar un plan de reestructuración, solicitando la suspensión de ejecuciones en tramitación y el nombramiento de un experto. El Juzgado ha aceptado la solicitud de H2B2, empresa administrada por Felipe Benjumea, y ha nombrado a Tatiana Moreno Rodríguez como experta independiente.
El nombramiento de un experto en reestructuración puede ser solicitado por el deudor, en este caso H2B2, o por acreedores que sumen más del 50% del pasivo. En este caso, ha sido la empresa participada por el expresidente de Abengoa quien ha pedido la apertura de negociaciones de reestructuración de la deuda y ello después de verse en una complicada situación económica, ya que ha visto descender en 2024 la facturación de los 13 a los 4 millones de euros, acumulando pérdidas millonarias en los últimos años: 900.000 euros el pasado, 1,3 millones en 2023, 1,9 millones en 2022, 1,5 millones en 2021, 1,3 millones en 2020, un millón en 2019, etcétera.
En la contabilidad de 2024, recoge deudas a largo plazo por 19,8 millones de euros, cuatro más que el año anterior. Además, tiene deudas a corto plazo por 7,9 millones de euros, de las cuales 2,9 millones son con entidades bancarias. Con proveedores tiene deudas por 15 millones de euros. Las deudas totales suman 30,6 millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Sevilla. A pesar de esta situación, H2B2 formuló las cuentas como empresa en funcionamiento al defender la viabilidad de la compañía.
"La sociedad viene incurriendo en pérdidas recurrentes desde su constitución, debido a su etapa de desarrollo, e inversión en investigación y desarrollo de tecnología para equipos de electrólisis diseñados para la producción de hidrógeno, hallándose en proceso de patentar las distintas tecnologías que desarrolla", explica en su informe de gestión la empresa, que suma a ello "los costes en la inversión comercial para la apertura de mercados en los que está presente, tanto para sus equipos y plantas como para las soluciones integradas que comercializa". En cuanto a la caída de facturación, lo justifica por el "parón regulatorio y financiero que ha afectado a todo el sector del hidrógeno, ralentizando proyectos e inversiones a nivel global".
La falta de liquidez le ha llevado incluso a renunciar a la concesión administrativa para su mudanza al Puerto de Sevilla, a unos terrenos de 40.000 metros cuadrados junto a la dársena del Cuarto, al sur de los terrenos portuarios. La concesión le daba derecho a una superficie de 40.000 metros cuadrados durante 40 años, con posibilidad de cinco años más de prórroga.
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