Los ganadores de la opa

Análisis

La oferta hostil del BBVA sobre el Sabadell, además de suponer unos ingresos extraordinarios para los medios, ha servido para destacar la importancia de la prensa

La CNMV prevé dar a conocer los resultados de la opa de BBVA a Sabadell el 17 de octubre

Una oficina del BBVA junto a otra del Banco de Sabadell en Barcelona. / Toni Albir · Efe

Madrid, 10 de octubre 2025 - 06:00

Tres, dos, uno. No va más. Este viernes se acaba el plazo para acudir a la opa (a estas alturas, informativamente solo existe esa opa) del BBVA sobre el Sabadell tras la que no se sabe si se pondrá fin a un culebrón que lleva ya 17 meses de lío. Durante estos últimos días (semanas, incluso), los medios se han hartado de dar información sobre la situación casi en tiempo real basada (eso sí) en especulaciones, declaraciones y actitudes, pero el principal polo de atención ha estado centrado en la pelea mediática que han protagonizado los dos contendientes, lo que (dicho sea de paso) ha sido como un soplo para las arcas de los medios, que ansían que haya pugnas como estas con más frecuencia. Porque, además de los ingresos extraordinarios no presupuestados que han supuesto para las empresas, la opa ha servido para reivindicar la labor de la prensa cuando se necesita dar información.

Hay pruebas gráficas que atestiguan la disputa: "Accionistas de Banco Sabadell: es el momento de tu decisión. Te digan lo que te digan, si no acudes al canje perderías esta oportunidad que es única y es ahora, ¿te vas a quedar fuera? Solo quedan tres días", clamaba la publicidad del BBVA a toda página y en todos los periódicos de papel (en los digitales, con similares impactos). "El consejo de administración de Banco Sabadell considera que la opa en curso obtendrá un muy bajo nivel de aceptación. Y sigue recomendando a sus accionistas no aceptarla por tres razones: el precio es insuficiente, la remuneración prevista de Banco Sabadell es claramente superior a la que percibirían aceptando la actual oferta y acudir ahora a la opa acarrea importantes riesgos. Si no desea aceptar la oferta, no haga nada", replicaba el Sabadell a dos páginas el mismo día.

Incluso han blandido la posición de algunos de los accionistas más importantes para convencer a los pequeños inversores, que también suman (y mucho), a la hora de lograr el objetivo de alcanzar el 50% del capital. Es el caso del inversor mexicano David Martínez Guzmán, propietario del 3,86% del capital del Sabadell y miembro dominical de su consejo, que decidió desmarcarse de la postura oficial y anunciar que vendería. Además, escribió una tribuna en El País explicando su postura bajo el sugestivo título de Esto no es una batalla entre los Montescos y los Capuletos. Para el tercer accionista de la entidad catalana lo que cuenta es que la consolidación de los dos bancos dará lugar a una "entidad competitiva, rentable y con potencial de revalorización".

No parece pensar lo mismo la aseguradora Zurich, segundo mayor accionista del Sabadell con el 4,94%, por detrás del fondo BlackRock (7%), que a dos días de cumplirse el plazo desveló que no iría a la opa. Según el portavoz de la compañía suiza, "la opa no ofrece una propuesta atractiva para los accionistas del Sabadell más allá de las perspectivas individuales de la compañía". Esta firma mantiene una alianza estratégica en bancaseguros con el banco catalán que, de triunfar la opa, decaería. La aseguradora asegura que su posición está valorada en más de 500 millones de euros, cantidad con la que el BBVA tendría que indemnizar por la ruptura del acuerdo.

El primer accionista, el activo fondo BlackRock, se ha guardado mucho de desvelar su posición hasta el momento, al igual que los otros muchos fondos con inversiones menores que en total rondan el 50% del capital.

En definitiva, se ha entablado una guerra abierta y sin tapujos que era difícil de imaginar cuando en mayo de 2024 el banco vasco lanzó la oferta hostil después de haber fracasado un año antes las negociaciones (amistosas) entre las dos partes. El enfrentamiento ha ido in crescendo y con ventanas a la calle. A ello han contribuido las ramificaciones políticas, con exigencias de los grupos catalanes en sedes parlamentarias y las condiciones impuestas por el Gobierno para el desarrollo de la opa, que muchos analistas atribuyeron a esas exigencias catalanas.

Ante eso, las dos entidades se han armado hasta los dientes, han contratado equipos de abogados de prestigio y agencias de comunicación de primer nivel, los máximos responsables se han paseado por las redacciones y los principales foros de periodistas para, a veces bajo el escudo del off the record, hacer valer sus postulados. Con sus argumentos contrapuestos, han sacado a relucir sus mejores y peores artes ante el apasionamiento de la prensa y la incertidumbre de los pequeños inversores.

Son estos los que pueden decantar la balanza. Onur Genç, consejero delegado del BBVA, ha afirmado que los inversores institucionales les han asegurado que acudirán en su mayoría, lo que les daría un avance importante. El segundo del Sabadell, César González-Bueno, ha subrayado que de los minoristas con acciones depositadas en el Sabadell (el 80%) solo el 1% habían aceptado la oferta, volumen que en su opinión no se iba a incrementar hasta el final.

Este viernes se acaba el plazo; pero hasta el próximo no se sabrá el resultado. El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, estima que superará el 60%; su homólogo del Sabadell, Josep Oliú, confía en que no se va ni a acercar a ese porcentaje. Si es así y supera el 30%, algo asequible, el BBVA tiene opción de lanzar una segunda opa, lo que permitiría aumentar el control. Esa segunda opa sería en efectivo y sería la CNMV la que fijaría el precio, vinculado al canje de acciones del BBVA y Sabadell en los últimos días.

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