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Miguel Ángel Noceda
Dos Pablos en las alturas económicas
La casualidad, quizá los hados, o las dos cosas a la vez, han querido que en un corto lapso coincidieran los nombramientos de dos Pablos muy internacionales en el universo económico. Uno es Pablo Hernández de Cos, que ya ejerce como director general del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de establecer los estándares regulatorios de la banca y las finanzas, conocido como “el banco de los bancos centrales”. El otro es Pablo Isla Álvarez de Tejera, que se desempeñará oficialmente a partir del próximo abril como presidente del consejo de administración de Nestlé, la multinacional líder del sector alimentario, cuando sustituya a otro Pablo (Paul Bulcke) y donde es consejero desde 2018.
Además de haber nacido bajo el signo de Acuario con dos días (20 y 22 de enero) y siete años de diferencia, los dos han construido sus currículos por caminos distintos, pero con muchas cosas en común. Entre sus virtudes destacan la integridad y la humildad, perfectamente combinadas. A los dos les sobra músculo y talento para las tareas que ahora les encomiendan y los dos han sido tentados para entrar en la lid política, sobre todo por la parte derecha, pero lo han rechazado. El perfil, en ambos casos, no encaja con pendencias de hemiciclo, aunque seguramente jugarían un buen papel en materia económica. Véase, si no, el caso de Carlos Cuerpo.
Los dos tienen antecedentes en la cosa pública, vía paterna. En el caso de Hernández de Cos, Inocencio Hernández Amores, fue uno de los hombres de confianza de Adolfo Suárez como secretario personal cuando este era presidente del Gobierno. En el de Isla, su progenitor, José María Isla, fue un ejecutivo del grupo de empresas públicas del antiguo Instituto Nacional de Industria (INI), en donde presidió la Lactaria Española o el Grupo de Empresas Álvarez.
Pablo Isla, 61 años, se educó con los jesuitas; estudió Derecho y sacó el número uno de su promoción de abogado del Estado, tarea que ejerció hasta 1992. Fichó, tras ese inicio, como jefe de los servicios jurídicos del Banco Popular bajo la égida de Luis Valls-Taberner. Lo dejaría para dirigir las empresas del Patrimonio del Estado con el PP entre 1996 y 1998, y luego volver al banco como secretario general. El Gobierno le reclamó en 2000 para presidir el grupo tabaquero Altadis en sustitución de César Alierta, cuando este fue reclamado para enderezar una Telefónica que Juan Villalonga había dejado tocada. Allí se aficionó a los puros habanos.
Hasta que en 2005 un cazacabezas le incluyó en la terna para ocupar el puesto de consejero delegado de Inditex.
El patrón del imperio, Amancio Ortega, se quedó con su cara y apreció la profundidad de campo que atesoraba el tercer candidato. Imposible decir que no al reto de hacer más fuerte una Inditex que ya había sido encarrilada por José María Castellanos, cuya salida nunca quedó clara. Se trasladó a Arteixo (cuartel general del grupo), se integró en la sociedad coruñesa, se puso a viajar por el mundo, desarrolló la transformación digital, añadió nuevas marcas y multiplicó por cinco el valor en Bolsa hasta encaramarse a la posición de líder del mercado.
Tras 17 años como primer ejecutivo dejó el cargo sin ruido, pero con morbo. Nadie se lo esperaba. Fue sustituido por la hija del jefe, Marta Ortega, en la presidencia, y por Óscar García Maceiras, como primer ejecutivo. Se fue, pero dejando muchas puertas abiertas (“no me voy a retirar”, dijo). De paso, creó una productora audiovisual, Fonte Films, con la que satisfacer una de sus pasiones, compartida con el Real Madrid, del que es abonado.
En las antípodas, pero solo futbolísticamente hablando, se encuentra Pablo Hernández de Cos, atlético sufridor. Pero, en lo demás, son de la misma pasta. De 54 años, Cos se hizo economista en el prestigioso Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef), estudió Derecho en la UNED y se doctoró en Economía y Empresas en la Complutense. Ha sido profesor, pero lo suyo, desde pequeñín, era el Banco de España, en el que entró en 1997 en el Servicio de Estudios, donde en 2015 sustituyó a José Luis Malo de Molina, uno de sus mentores.
Tres años después, el efímero ministro Román Escolano le propuso para gobernador en una de las últimas decisiones del Gobierno de Mariano Rajoy, que le nombró un día antes de la moción censura que le ganó Pedro Sánchez. El asunto generó algo de alboroto por el procedimiento, pero el carácter conciliador, el rasgo técnico y la independencia política de Cos le permitieron una convivencia sin problemas durante sus seis años de mandato con un Gobierno de izquierdas, primero con Nadia Calviño y después con Carlos Cuerpo como ministros de Economía. El talante es lo que cuenta.
Su figura fue ganando respaldos y, como gobernador, accedió al consejo del Banco Central Europeo (BCE), convirtiéndose en uno de los apoyos de Christine Lagarde, a la que no se descarta que sustituya cuando toque el relevo sin necesidad de que cumpla los cinco años de mandato, teniendo en cuenta además que el español Luis de Guindos debe dejar la vicepresidencia en nueve meses. Tiene experiencia en el entorno de Basilea, como presidente del Comité de Supervisión Bancaria y donde se ha encontrado con Fernando Restoy, otro hombre del Banco de España, que ocupa la presidencia del Instituto de Estabilidad Financiera.
Cos e Isla van a compartir país, Suiza, donde se domicilian el banco (Basilea) y la multinacional chocolatera (Vevey), en localidades separadas por 180 kilómetros. Una al noroeste, otra al suroeste; una germanófona, otra francófona. Ya se verá si teniendo sus sedes tan cercanas quedan en un punto intermedio para ver un derbi madrileño cuando toque fumándose un habano.
Expectación sobre Telefónica
Hay mucha atención puesta en Telefónica ante una posible ampliación de capital que ya ha tenido en vilo al mercado bursátil con consecuencias negativas sobre su acción. El grupo que preside Marc Murtra se mueve para no perder la primera línea, necesita recursos para reducir deuda, comprar y mantener la retribución al accionista. La ampliación rondaría una cifra entre 3.000 y 4.000 millones de euros.
Montero y los Presupuestos
"Rotundamente sí". La frase de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, ha sido tan tajante como su convencimiento de que el Gobierno va a presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, no parece tan rotundo que vaya a contar con los apoyos necesarios para sacar adelante unas cuentas que, según Montero, otorgará las prioridades fundamentalmente al bienestar social.
Facturación empresarial disparada
Las ventas empresariales van viento en popa. El pasado mes de junio, la facturación creció un 6%, tasa casi cinco puntos superior a la de mayo y la más pronunciada desde el pasado marzo, cuando aumentó un 8,9%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se conoce este dato en paralelo con el de la caída de las exportaciones a Estados Unidos mientras se incrementan notablemente a China. También ocurre en toda la UE, donde las ventas de bienes al país norteamericano cayeron un 10% en junio. El superávit comercial del bloque comunitario frente a este país se reduce a la mitad, hasta 9.300 millones.
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