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Miguel Ángel Noceda
La economía del diálogo
Estados Unidos y China eligieron Madrid para su cuarta ronda (después de las reuniones celebradas en Ginebra, en mayo; Londres, en junio; y Estocolmo, en julio) de las negociaciones para avanzar en las relaciones comerciales. El encuentro, que se celebró en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores español, arrojó un acuerdo sobre la red social de matriz china Tik Tok que permite que esté bajo control de Estados Unidos en este país y dejó abiertas las puertas para las cuestiones arancelarias.
El pacto, plasmado por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino He Lifeng en una foto con las banderas de ambos países como telón de fondo, fue alabado por Donald Trump como un gran paso en mayúsculas poco antes de trasladarse al Reino Unido a una cumbre bilateral con el rey Carlos III. Aunque, pese a las loas, se puede esperar cualquier salida abrupta por parte del líder americano; lo que de verdad trasciende del apretón de manos de Madrid es la importancia que tiene el diálogo para afianzar acuerdos económicos y continuar las conversaciones sobre el pacto arancelario que eviten la fragmentación del comercio mundial, amenazado precisamente por la obsesión hegemónica de Trump.
Como testigos del encuentro de Madrid estaban los ministros de Exteriores y Economía españoles, José Manuel Albares y Carlos Cuerpo, que hicieron de anfitriones y aprovecharon para intercambiar algo más que impresiones con Bessent y He. Era importante que, además del máximo responsable de la diplomacia, estuviera el titular de Economía en un momento tan trascendental como el actual en términos comerciales. Y así lo dejó constatado la presencia de Cuerpo. No deja de ser llamativo, por otra parte, que el avance entre las dos potencias se haya logrado en la capital de España, país criticado por el propio Bessent precisamente por el acercamiento de España a China en materia económica. Pero la diplomacia permite poner a la altura apropiada la economía del diálogo, al margen de los exabruptos políticos y de otras conductas similares. Pasó, por ejemplo, con la actitud mostrada por Trump con la presidenta europea, Ursula von del Leyen, cuando le anunció la imposición de un arancel del 15% a los productos europeos y desarmó a la lideresa europea.
Por eso no deja de ser relevante que este acuerdo se haya producido en un territorio europeo, que más que neutral es interesado porque la UE no debe quedar como un convidado de piedra viendo el reparto entre las dos potencias. La economía global necesita el diálogo, y el diálogo necesita que los actores que protagonizan la economía tengan la conciencia de que se les necesita para evitar la guerra comercial.
Una guerra que perjudica a todos y que empieza a reflejarse en la economía estadounidense. Ello explica que la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) haya decidido bajar los tipos de interés un cuarto de punto (hasta el 4%). Se debe en parte al enfriamiento del mercado laboral en su país; pero, en gran medida, a que la subida de aranceles se nota ya en los precios de los productos y en la inflación (el 2,9% frente al objetivo del 2%). Ante eso, la Fed ha movido ficha. No supone ninguna sorpresa, teniendo en cuenta las declaraciones de su presidente, Jerome Powell, el pasado agosto en las que dejó más que abierta esa posibilidad. La bajada de un cuarto de punto no deja, sin embargo, satisfecho al presidente Trump, que desde enero ha reclamado un recorte de al menos el doble y con el que Powell mantiene un pulso. Quedan en la expectativa las próximas decisiones de la Fed en lo que queda de año.
En ese contexto internacional se enmarca la reaparición de Mario Draghi en un acto organizado para evaluar la evolución del informe que lleva su nombre y se convirtió en la hoja de ruta del Gobierno europeo de Von der Leyen. Y lo hizo en modo riña. El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) defendió la decisión de Von der Leyen de anteponer la recuperación de la competitividad en el centro de la política ante las amenazas de Trump, pero reseñó que, ante un “modelo de crecimiento que se desvanece, la inacción amenaza no solo nuestra competitividad, sino también nuestra propia soberanía”. La dependencia de Estados Unidos en la defensa y de China en materias críticas ha limitado la capacidad de respuesta de la UE, según él, que añadió que ante el aumento de las vulnerabilidades, “parece urgente cerrar la brecha en materia tecnológica con las potencias que la amenazan”. Eso pasa por priorizar la toma de decisiones y el modelo de financiación de la UE. “Los gobiernos no han acabado de entender la gravedad de la situación, lo que hace que los ciudadanos estén decepcionados con lo lenta que se mueve la UE”, enfatizó Draghi. Para el político italiano es urgente que se aborde la transposición de las directivas a las legislaciones nacionales y que las reticencias de los países a perder soberanía lo han frenado.
Plan impulsor de Aena
Aena lanza un plan inversor de casi 13.000 millones de euros para modernizar y ampliar los aeropuertos españoles para el periodo 2027-2031. La importancia que el Gobierno quiso dar a la noticia lo demuestra que fue el propio presidente el que la adelantó en un acto junto al presidente del operador aeroportuario, Maurici Lucena, en el aeropuerto de Alicante. Hay varias razones para sustentarlo: la sostenibilidad del crecimiento turístico y el impulso como plataforma del tráfico aéreo como puente entre Europa y América, principalmente. El ambicioso programa responde a esas necesidades, que cubren las expectativas de los grandes aeropuertos, pero obliga también a no descuidar los pequeños, es decir, a que sus infraestructuras y servicios no sean un obstáculo para las compañías.
Adiós de Repsol a Asia
Hubo una etapa en la que el grupo Repsol extendió su redes hacia todos los puntos cardinales. Se instaló en América; entró en África y saltó a Asia y Oceanía, además de negociar con países del norte de Europa. Con el paso del tiempo, ha ido centrando su actividad, de acuerdo también a la descarbonización. A esa política responde que definitivamente haya dejado los activos de exploración y producción de Indonesia, donde tendrá una testimonial presencia en lubricantes. En 2021 ya se había desprendido de sus participaciones en Malasia y Vietnam.
Nvidia se hace fuerte en Intel
Golpe de mano en la industria tecnológica. Nvidia invierte 5.000 millones de dólares (4.200 millones de euros) para hacer fuerte en Intel, su histórico rival. La crisis que atraviesa esta empresa desde hace años ha permitido a la sociedad japonesa asentarse en sus reales y, además, a firmar una alianza para desarrollar conjuntamente chips para ordenadores y servidores. El acuerdo se produce poco después de que el Gobierno de Trump decidiera que el estado adquiriera un 10% de la compañía, que tras esta operación recuper´ço un valor en Bolsa de 14.000 millones de dólares.
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